Ruidos molestos: señalan que la población se encuentra desprotegida ante abusos

Héctor Retamozo, integrante del grupo de ciudadanos que pertenecen a la “Comisión Saavedrista” y “Ruidos Molestos”, hizo llegar un documento haciendo referencia a los ruidos molestos en la ciudad, señalando que la población se encuentra prácticamente indefensa ante los abusos que se producen en la materia.

En tal sentido, felicitó al vecino Néstor Braslavsky “por su excelente nota del día 10 de diciembre, en página 20 (Carta de Lectores) con el título “Que no nos gane la codicia”. Somos muchos los ciudadanos que pensamos y sentimos como él, cuando dice “Me da vergüenza lo que está pasando en esta ciudad: te destrozan el alma a favor de las empresas constructoras, ignorando leyes y defecando sobre la conveniencia con el resto de los ciudadanos”, dijo.

Perjuicios a la salud

Referente al tema, una revista científica europea expresa: “La exposición al ruido incrementa el riesgo de sufrir enfermedades cerebro vasculares, especialmente en personas mayores de edad. Lo extraño es que los profesionales en esta ciencia, que deberían ser los que hacen estas advertencias, demuestran una indolencia inexplicable, o por lo menos pocas veces observé que expertos en la materia lo expliquen (siendo este un tema tan importante para la salud pues afecta a toda la población) ¿será que no existen funcionarios aptos para desempeñar bien sus funciones frente al Ministerio de Salud o será que les importa un bledo lo que le está ocurriendo al pueblo?”, planteó.

“Una de estas contadas ocasiones es la que leí sobre la advertencia que realiza el señor Miguel Ángel Fernández, como palabra autorizada, en su acertada nota “Ruidos molestos dañan la salud” donde también menciona los ruidos generados por la circulación de vehículos es una de las principales causas de contaminación sonora y además provocar irritabilidad en algunas personas, también pueden generar cansancio crónico, desgano y hasta el aumento de consumo de medicamentos. Según la (OMS), si los ruidos molestos se producen durante los horarios de descanso las personas afectadas pueden sufrir, incluso, un aumento en el pulso cardiaco hasta diez latidos de más en la fase del sueño”, comentó Retamozo.

Luego citó que según una nueva investigación, realizada para corroborar lo observado en la práctica (estudiando a pacientes que se presentaban para ser atendidos en los distintos campos de la medicina), la exposición al ruidos constantes causados por herramientas y maquinarias utilizadas en las obras en construcción (señalando, inclusive, los gritos existentes en las mismas, provocados por los obreros que en ellas trabajan) “incrementa el riesgo de un derrame cerebral, enfermedades que dañan el corazón, así como padecimientos mentales y físicos (como perdida de la memoria, estrés, insomnio, depresión, disminución auditiva, incluso la sordera) también en niños y adolescentes, pero en especial en aquellas de mayor edad, llegando a ser en muchos casos invalidantes de manera total y permanente. Estudios previos ya habían encontrado un vínculo entre el ruido constante de estas obras con la presión arterial elevada y el riesgo de infarto”.

Riesgos que se potencian

Retamozo agregó que un estudio, llevado a cabo en Dinamarca con más de 51.000 personas, encontró que, en promedio, por cada 10 decibelios (dB) adicionales de ruido, el riesgo de sufrir las enfermedades mencionadas, (como un ataque cerebral, infartos, etcétera), aumenta un 14 por ciento, pero entre los mayores de 65 años, o personas con las defensas bajas por diversos problemas, ese riesgo se incrementa 27 por ciento por cada 10 dB adicionales. Tal como explican los investigadores en European Heart Journal (Revista Médica Europea de seriedad internacional, investigando acerca de los problemas cardiacos) el estudio realizado por facultativos idóneos demostró que, entre las personas ya mencionadas, existe un umbral de aproximadamente 60 dB sobre el cual el riesgo de derrame cerebral y problemas coronarios se incrementa aún más.

Para proteger al ser humano de los daños causados por la exposición alta o prolongada a los sonidos, las autoridades de salud han establecido normas para aminorar el nivel de decibelios a los que nos vemos expuestos todos los días, haciendo obligatorio (aun en nuestra legislación vigente sobre ‘Ruidos Ambientales molestos, excesivos y lesivos‘: ordenanza 3593/98) por parte de las empresas demoledoras y constructoras, el uso de los implementos existentes en el mercado, para lograr la insonorización en origen, como así también la amortiguación de las vibraciones excesivas hasta alcanzar los dB estipulados en la ordenanza). “Es inexplicable que nuestras autoridades demuestren tan terrible falta de escrúpulos pues con solo hacer cumplir esta ley, protegerían al pueblo del evitable detrimento de su salud y el sufrimiento que esto conlleva, no solo para el damnificado sino también para todo su núcleo familiar”, indicó.

Finalmente Retamozo apuntó que según el Instituto Nacional para la Sordera de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, el ruido de una oficina callada es, aproximadamente, de entre 45 a 50 dB y el de una conversación normal de entre 50 y 65 dB. La simple exposición prolongada a dB mayores a estos (conversar una hora o más con una persona que se expresa a los gritos) provoca cansancio, nerviosismo, un estado de violencia sin causa aparente, sensación de nauseas, etc. lo que estaría demostrando el grado de afectación que los ruidos o sonidos molestos pueden provocar a la salud de la persona. “Apoyamos incondicionalmente a todos los vecinos que se encuentran aquejados no solo por la ineptitud de nuestras autoridades para resolver estos problemas sino, además, por la falta de solidaridad, compromiso y respeto demostrado por estas para con los ciudadanos a quienes deben proteger durante el tiempo que dure su mandato”, expresó.

Fuente: www.diarionorte.com
Link: Ver Nota