Existen dos factores que ponen en riesgo la salud auditiva: los reproductores portátiles de música, escuchados a muy alto volumen, y los ruidos producidos por maquinarias de construcción y fábricas con los que conviven algunos trabajadores.
El ruido es perjudicial en la salud auditiva, pero no son los del ambiente los principales causantes de problemas en la audición.
Existen dos factores que ponen en riesgo la salud auditiva: los reproductores portátiles de música, escuchados a muy alto volumen, y los ruidos producidos por maquinarias de construcción y fábricas con los que conviven algunos trabajadores.
Alicia Fernández Zubizarreta, directora técnica de Widex Argentina, empresa dedicada a la fabricación de audífonos digitales, aseguró que «no es posible certificar qué ruido y a quién le producirá daño auditivo porque, si bien existe un dato estadístico, la susceptibilidad al mismo es única y personal».
«Lo que es importante de conocer son los indicios de que algo está mal para nuestra salud, ya que cada uno es responsable de cuidar su futuro laboral y social, si se deteriora su audición irreversiblemente», explicó Fernández Zubizarreta.
Los sonidos fuertes pueden provocar pequeñas fisuras en diversas partes del oído, dañando varios tipos de células del interior, lo que afecta la capacidad para escuchar.
A los excesos de volumen provocados en recitales o lugares bailables se le suma la nueva generación de reproductores portátiles de música como ipods y mp3, entre otros, que son utilizados durante más tiempo y con un volumen más elevado de lo recomendado, pues se debe tener en cuenta la diferencia de presión sonora que percibe el oído desde un parlante y la que se puede recibir directamente dentro del conducto auditivo con un auricular de estos equipos.
Estos reproductores representan un riesgo mayor porque hacen posible que los sonidos se escuchen a niveles altos sin distorsión y sin pérdida significativa de calidad, por eso el usuario no baja el volumen.
Una exposición prolongada a sonidos fuertes, de cualquier índole incluidos los procedentes de reproductores portátiles de música a los que nos estamos refiriendo puede dar lugar a pérdidas de audición temporales o permanentes y zumbidos en los oídos (tinnitus) sensación de «abombamiento» y hasta mareos.
Además, también puede afectar a la memoria, la lectura y el aprendizaje en los niños.
Por cualquiera de estos síntomas debe alertar y realizar una consulta ORL rápidamente, pues lo que al principio pasa, aún con el simple descanso, luego se fija y una vez lesionado el oído interno, el ruido lo sigue empeorando en todo sentido; audición, zumbidos, mareos, inestabilidad.
Si los MP3 u otros aparatos similares son usados en la calle o en ambientes ruidosos, los auriculares no bloquean los sonidos que vienen del exterior y éstos actúan como estímulos no deseados por lo que se tiende a aumentar el volumen para poder escuchar la música por sobre el ruido, alcanzando niveles sonoros altamente riesgosos.
Algunos MP3 pueden alcanzar un nivel de salida de 120 y 130 decibeles SPL superando los límites de intensidad sonora recomendados por la Organización Mundial de la Salud.
Si bien el ruido es la razón principal de la pérdida de audición y un problema creciente en una sociedad moderna, se pueden tomar medidas sencillas para reducir al máximo el riesgo como por ejemplo asegurarse de que los niveles de sonido de reproductores de audio sean los adecuados, es decir, que no superen el 60 por ciento de la potencia máxima del equipo.
Teniendo pequeñas precauciones, se puede contribuir para tener una mejor calidad auditiva.
Fuente: www.laverdadonline.com
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