Es la principal denuncia en Medio Ambiente. En la Secretaría tienen la tecnología y el personal capacitado, pero sin Tránsito no pueden detener un vehículo. Se realizarán trabajos en conjunto. Dónde denunciar
Los ruidos molestos están entre los principales reclamos que llegan a Medio Ambiente de la Municipalidad de Paraná, y la mayoría tienen que ver con aquellos que generan determinados caños de escapes de las motos. A pesar de que existe un decreto que prohíbe la venta de vehículos con estas características y que con ellas no se puede circular, la realidad es diferente. Ante esto, hay personal capacitado y se cuenta con los instrumentos necesarios para que se realicen operativos conjuntos entre esa Secretaría y Tránsito. Según informaron solo están a la espera de que se coordine y sean autorizados.
Obras en construcción, confiterías bailables, comercios o fábricas, talleres mecánicos, de chapa y pintura, algunas herrerías y los ladridos de los perros también están dentro de los reclamos por ruidos molestos. Sucede que todas esas situaciones diferentes, si bien algunas pertenecen al ámbito de Habilitaciones Comerciales, son más fáciles de tratar que los caños de los escapes. Con estos, se necesita del trabajo de varias áreas.
En cualquier momento
“Es una de las mayores quejas que hoy tenemos. Se necesitan hacer operativos conjuntos y es lo que estamos armando”, dijo a UNO José Luis Ríos, director general de Medio Ambiente. Además señaló: “Atendemos siempre esos reclamos. Cuando son ruidos molestos por ejemplo, en casas particulares, pero por los caños de escape hoy es el punto neurálgico. Tenemos un decreto firmado donde se establece el tipo de escapes que se pueden utilizar y se prohíbe la venta de los otros, pero igual sigue el problema”.
En este sentido señaló que hay dificultades al momento de hacer controles porque desde Medio Ambiente no se tienen las facultades para hacer parar una moto, pero sí la tienen los inspectores. “Tenemos los elementos para actuar y continuar los operativos con Tránsito. Es para no tener que agarrar una moto cuando está estacionada, necesitamos que sea al momento de la infracción”, agregó.
Sobre el tiempo de inicio de estos operativos, señaló: “Ya estamos para salir en cualquier momento, esperamos que en estos días podamos comenzar”.
Los reclamos son permanentes en este sentido y por eso Ríos sostiene que es un “tema delicado”. También destacó que se reciben quejas por ruidos molestos producidos por gimnasios y también por actividades particulares. “Hay denuncias por talleres clandestinos, aquellos que instala alguien tratando de ganarse la vida y no tiene las condiciones y molesta a los vecinos. Pasa por ejemplo con aquellos de chapa y pintura, de motores y hasta pequeñas industrias”, destacó Ríos.
En Paraná hay hasta páginas de facebook dedicadas al ruido molesto de los caños de escapes. Un problema que se agrava si se tiene en cuenta que en toda la provincia, y los porcentajes se mantienen más o menos en la capital provincial, hay una moto cada seis habitantes.
Disposiciones
La ordenanza más antigua de la ciudad en ruidos molestos por caños de escapes y otros vehículos, se remonta al 13 de abril de 1971.
En ella, las motocicletas livianas bicicletas y triciclos con motor acoplados de una cilindrada de hasta 50 centímetros cúbicos (CC) no pueden provocar más de 75 decibeles.
Para poder comparar, se estima por ejemplo, que un concierto en un teatro genera 80 decibeles. En Paraná, una moto de 50 a 125 CC no pueden superar los 82 y aquellas que tienen más de 125 de cilindrada el nivel sonoro máximo no puede superar los 86. Para medirlo se necesita un aparato calibrado llamado decibelímetro que se orienta hacia la fuente del ruido.
Por el malestar de los vecinos por los ruido molestos de los caños de escape, la Municipalidad estableció por Decreto Nº 757 que “todas las agencias, concesionarias y comercios de motovehículos (en sus distintas clases y cilindradas) solo pueden ser comercializados con sus caños de escape originales, encontrándose vedado realizarles modificaciones y/o reemplazos”.
Un problema de todos los días en la Defensoría del Pueblo
En la Defensoría del Pueblo también se reciben denuncias por ruidos molestos y los casos tratados en el Centro de Mediación crecieron con el tiempo y por lo general llegan a buen puerto.
Representan, en el conjunto de los problemas que se median, un porcentaje importante. Por ejemplo, durante 2010 y 2011 representó el 10% de las quejas recibidas. Ese porcentaje se duplicó durante todo 2012 y en lo que va del año se mantiene en alza.
“En ruidos molestos pueden aparecer un montón de situaciones y no siempre son por boliches como muchos piensan. Las construcciones y los ladridos de los perros también están entre las más denunciadas”, dijo a UNO Irina Chausovsky, coordinadora del Centro de Mediación Comunitaria
“Tiene que ver también con aquello que al otro le molesta. Hay casos por ejemplo de bandas de música, y de estos casos tenemos varios, que ensayan en casas y no en estudios y a los que están al lado les molesta, también hay batucadas o casos en donde se instala una máquina que molesta”, agregó.
A estos reclamos más comunes se agregaron algunos casos de motociclistas que encienden el vehículo en un pasillo. “Lo que nosotros ofrecemos es un espacio de diálogo para coordinar acciones. Lo que se hace es coordinar horarios entre los vecinos y por supuesto todo depende de cada situación. Nosotros habilitamos un espacio para conversar”.
Denuncias
En definitiva, los ruidos molestos son uno de los problemas diarios que atraviesan la vida cotidiana de paranaenses. Aquellos que quieran realizar algún tipo de denuncia por los temas aquí tratados y necesite de la mediación, hay que dirigirse a la Defensoría del Pueblo ubicada en Monte Caseros 159 o llamar al teléfono (0343) 4211029, 4202322 o al 0800 777 1112.
Fuente: Uno Entre Rios
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