Primer estudio sobre esta temática en la Ciudad de Buenos Aires, Gran Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Una encuesta reveló que seis de cada diez personas se sienten perturbadas en la casa o en el barrio por este motivo. En la Ciudad de Buenos Aires, esta cifra sube al 72 por ciento. El 93% cree que no hay conciencia para no generarlos.
En el canal TN el informe #RuidosMolestos Con la participacion del Perito Arquitecto Teodoro Rubén Potaz de Peritajes Edilicios / Arquitectura Legal / Acustica Legal. Para ver mas videos visite nuesto canal en youtube
Los ruidos conviven con los argentinos casi con tanta naturalidad como el aire, pero son tan nocivos como para ocasionar –a diario– la pérdida progresiva de la audición. El primer estudio sobre el nivel de ruido y el medio ambiente en Argentina, realizado por GAES Centros Auditivos, demostró que más de la mitad de la población encuestada (61%) se siente perturbada por ruidos molestos en sus casas o barrios, y un 49% en sus lugares de trabajo. Entre los ruidos más odiados se encuentran el tráfico con el 57%, las obras en construcción, 46% y los ladridos en un 37% de los casos.
La encuesta, realizada a 400 personas mayores de 18 años en la Ciudad de Buenos Aires, Gran Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, arrojó también que es en la Capital Federal donde más se reconoce la existencia de ruidos molestos en casa o barrio. Alcanza al 72,3 por ciento
Horacio Murga, otorrinolaringólogo del Hospital Austral explicó que «los daños en el oído son acumulativos, porque se van dañando las células ciliadas del órgano de Corti que está dentro de la cóclea. Por eso, es muy común que la gente consulte por zumbidos que señalan la irritación coclear, y es la señal que nos dan nuestros oídos para que los cuidemos. Por ejemplo, con los auriculares el sonido se descarga en forma directa en la membrana timpánica y, al utilizarlos a mucha intensidad y durante un tiempo prolongado, se está muy expuesto a padecer zumbidos en forma permanente», aclaró el especialista.
De la población que tiene en el trabajo ruidos molestos que lo perturban, casi un 12% utiliza protectores auditivos. Sin embargo, Entre las distintas zonas, en Santa Fe es donde más se utilizan los protectores auditivos para protegerse de los ruidos molestos. Por el contrario, en la Capital Federal se utilizan muy poco (3,8%).
Mutti también destacó que quienes trabajan en lugares ruidosos como las fábricas, comienzan a presentar problemas de audición desde muy jóvenes.
En la mayoría de los casos, los problemas auditivos se deben a la historia laboral del paciente y del uso o no de protección. Otro de los grupos afectados son los docentes que fuerzan su voz en aulas ruidosas, y sobretodo quienes estaban acostumbrados a escuchar música a volumen muy alto en auriculares o con baffles muy potentes en sus autos.
Al ser consultados por su conocimiento acerca de los efectos perjudiciales del ruido, el 92,5% mencionó la pérdida de la capacidad auditiva, un 73% la perturbación del sueño, y un 49% aseguró estar al tanto de la disminución del rendimiento cognitivo tanto en adultos como en niños.
Asimismo, en pos de evitar los ruidos molestos, el 57% manifestó que apoyaría medidas gubernamentales para reducir la contaminación acústica. Un 44,5% colaboraría en campañas de bien público para reducir los ruidos ambientales, y un 33,5% que para evitar ruidos molestos se mudaría a un lugar más silencioso. En los jóvenes de 18 a 30 años, esta decisión de mudarse a un lugar menos ruidoso asciende al 45%, siendo en Córdoba en donde más se destaca esta tendencia en el 41% de los consultados.
Trastornos que pueden ser graves
En 2012, una investigación del CONICET publicada en la revista especializada Brain Research demostró que un grupo de ratas expuestas a altas intensidades de sonidos veían afectados sus mecanismos de aprendizaje y la memoria. El trabajo fue realizado en dos conjuntos. El primero fue expuesto una sola vez a dos horas de ruido, mientras que al segundo se lo expuso durante dos semanas, todos los días, a dos horas de ruido. «Pudimos determinar que una única exposición al ruido durante dos horas es suficiente para generar un daño celular y una alteración en la conducta», explicó Laura Guelman, investigadora adjunta del CONICET en el Centro de Estudios Farmacológicos y Botánicos (CEFYBO, UBA-CONICET) y coordinadora del estudio.
Quince días después de la exposición, los animales mostraron fallas en la memoria, la capacidad de habituarse a ambientes conocidos. «Los animales presentaron un menor nivel de alerta ante el peligro, lo que les impediría escapar de un posible predador», explicó la experta.
Además de las modificaciones en la conducta, se destacó que «las células del hipocampo presentaron alteraciones en el núcleo, la zona donde está al ADN. El núcleo se desorganiza, lo cual indica que hay un daño en el tejido», señaló Soledad Uran, becaria doctoral del CONICET y primera autora de la investigación.
Consejos para tener en cuenta
En casa. Proteger la casa de los ruidos (cortinados, o ventanales con vidrio doble). Hablar con voz moderada y cuidar a nuestras mascotas: evitar ladridos excesivos.
Protección. Cuidar los oídos en las discotecas o fiestas con música alta. Utilizar protección en los oídos ante ruidos ambientales.
Del canto de los pájaros al recital de rock
Límite internacional. El límite aceptable establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 65 decibeles.
Límite nacional. En el Instituto Argentino del Oído aseguran que hasta 85 decibeles el oído puede tolerar sin que se ocasionen lesiones.
150 decibeles. Recital de rock, boliches.
140 decibeles. Un petardo que estalla al lado.
130 decibeles. Trueno.
127 decibeles. Una vuvuzela en su apogeo
120 decibeles. iPod y MP3.
110 decibeles. Motosierra. La exposición regular de más de un minuto implica el riesgo de pérdida auditiva permanente.
100 decibeles. Taladro. Se recomienda no superar los 15 minutos de exposición sin protección.
90 decibeles. Subterráneos, cortadoras de pasto, motos.
80 decibeles. Bocina de auto.
70 decibeles. Una calle de tráfico tranquilo.
60 decibeles. Una conversación tranquila.
50 decibeles. Sonidos que se escuchan en un parque o lugar tranquilo.
20 decibeles. Canto de pájaros.
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1 Comment
[…] Sin embargo, todos los registros subterráneos se ubicaron por encima de esos valores y también de los máximos registrados en las esquinas más ruidosas de la ciudad. Según un estudio de 2014 del Centro de Investigación en Ingeniería Sustentable (CIIS) de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Palermo, en Rivadavia 3883 está el punto con mayor contaminación sonora, con 77,6 dB. Otros sitios conflictivos son Santa Fe y Callao (77,5 dB) y Cabildo y Juramento (75 dB). […]