Explosión en Rosario: el gasista habló de «fallas previas» en el edificio y responsabilizó a la empresa Litoral Gas

El gasista Carlos García, detenido por la trágica explosión en un edificio céntrico de Rosario, dijo, al declarar ante el juez de la causa, que mientras trabajaba en el recambio del regulador encontró «fallas previas» que no pudo solucionar de las que responsabilizó a la empresa Litoral Gas.

Además de García, también fue indagado su ayudante, Pablo Miño, de 27 años, quien también fue detenido este miércoles tras presentarse espontáneamente ante la Justicia, el cual aseguró que su rol era solamente alcanzarle las herramientas a García. En tanto continuaban las tareas de rescate en el edificio situado en Salta al 2100 en la que se produjo la explosión el martes pasado por la mañana, con un saldo de diez muertos confirmados oficialmente, once desaparecidos y más de 60 heridos. Según indicó su abogado, García afirmón ante el juez Juan Carlos Curto que encontró que la violenta salida de gas que derivó en la explosión se produjo cuando intentó manipular piezas que no estaban debidamente ajustadas.

Afirmó que fue convocado para cambiar el regulador luego que los vecinos se quejaran por una pérdida de gas por el propio consorcio, luego que Litoral Gas cortara y rehabilitara posteriormente el servicio, e indique que se debe llamar a un gasista matriculado, además de proporcionar una lista de autorizados que incluía al propio García.

«Cuando él realiza estas operaciones, advierte que hubo un problema antes, en que la empresa rehabilitó el servicio sin haberse solucionado, aparentemente, todas las deficiencias», explicó el letrado Hugo Buffarini, en declaraciones al diario La Capital.

«Mencionó que cuando manipula los elementos de seguridad de las cañerías y válvulas, advierte que hay algunas piezas que no están debidamente ajustadas y que ni bien las trata de manipular se aflojan rápidamente y provocan esa salida tan violenta del fluido», contó sobre lo declarado por el gasista en la noche del miércoles ante el magistrado.

Al explicar la actitud del gasista ante la fuga, Buffarini indicó que realizó varias llamadas con su celular, «no menos de tres», al 911 y a la guardia de Litoral Gas, «pero no recibió contestación, por lo que decidió salir a la calle a pedir ayuda.

Según explicó, con su camioneta intentó llegar a la guardia de Litoral Gas y en el camino se encontró sucesivamente con un patrullero policial y luego con una camioneta de la empresa de distribución de gas, a los que los alertó sobre una fuga que «no podía controlar».

Buffarini indicó que solicitará como medida de prueba el registro de llamados del celular de García, además de la comparencia de policías y trabajadores de Litoral.

En tanto, Paul Krupnik, representante legal de Miño, dijo que «sólo prestó colaboración alcanzándole herramientas al gasista y que custodiaba la camioneta, es una persona con poca instrucción, con total desconocimiento de las cuestiones vinculadas al gas».

También aseguró que mientras García se dirigía a Litoral Gas, Miño fue con el portero a la esquina de Salta y Oroño para «tratar de impedir el paso de vehículos y personas», mientras que aseguró que cuando se produjo la explosión sufrió «un estado de shock».

Fuente: Terra
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