La hija de Santiago Bal no encuentra la paz en su hogar por los constantes estruendos que llegan desde el lote contiguo.
Justo cuando la vida laboral mantiene a Julieta Bal muy ocupada y necesitada de un sueño reparador, la morocha se siente privada de lo segundo por culpa de los ruidos que le llegan desde la obra que se está llevando a cabo en el lote contiguo a su casa.
Al parecer, la hija de Santiago Bal discutió varias veces con los obreros y encargados de la obra, pero fue inútil: la jornada de construcción se extiende desde las 7 de la mañana hasta las 6 de la tarde, por lo que la morocha está a un paso de mudarse, informó el sitio Primiciasya.com.
Fuente: www.minutouno.com
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