Pese a que fueron recientemente inauguradas por el propio jefe de Gobierno, Mauricio Macri, las estaciones de la línea B de subte, Echeverría y Juan Manuel de Rosas, no funcionan con normalidad debido a una protesta gremial de los metrodelegados.
Según los trabajadores agrupados en la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP), las nuevas paradas presentan deficiencias estructurales. Por tal motivo presentarán un amparo para evitar que sean habilitadas, tal como aseguró esta mañana en diálogo con “Hola Chiche” (por Radio 10) Claudio Dellacarbonara, el líder de los trabajadores de la línea B.
Dellecarbonara aseguró que se inauguró las “estaciones y túneles con una precariedad criminal” y que la presentación ante la Justicia busca “proteger la integridad física de los trabajadores y la de los usuarios”.
A su vez, agregó que «no sólo hay filtraciones sino que estamos hablando de riesgos de derrumbe, no son cosas mínimas que uno puede pasar por alto” e insistió: “Hay peligro de derrumbe, electrocución y falta de comunicación entre los trenes y la central de operaciones”.
Antes de la apertura de las nuevas estaciones, la Justicia rechazó un recurso de amparo por el mismo tema que había sido presentado por el legislador del MST, Alejandro Bodart, quien había impedido la suba del boleto del subte ni bien la Ciudad se hizo cargo del servicio.
En estos momentos, los trenes de la línea B llegan a todas las estaciones: son conducidos por choferes de los metrodelegados en el tramo que une Los Incas con Leandro N. Alem, mientras que las dos nuevas estaciones son cubiertas por personal jerárquico de Metrovías.
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