Se renuevan las quejas por ruidos molestos en la ciudad de la Plata

Frentistas de diferentes puntos del casco urbano se reunirán esta tarde en 3 y 49 para acordar pasos a seguir. Piden mayor control sobre bares nocturnos, y denuncian que «se hace imposible dormir» debido a la actividad de éstos.

«Vamos a seguir reclamando hasta que logremos tener una ciudad en orden y en la que se pueda convivir en paz», lanzó una de las vecinas de 3 y 49 que hoy, a partir de las 17, se sumará en esa esquina a otros frentistas de su barrio y de varias zonas más del casco urbano para definir nuevas estrategias contra los ruidos molestos, la suciedad y los disturbios que generan la movida nocturna de los boliches, las picadas y los motoqueros.

‘De noche no dormimos y de día tenemos que limpiar la mugre que dejan los que orinan en la puerta de nuestras casas’, dijo una vecina de calle 49.

Los vecinos de 3 y 49 descartan que la convocatoria juntará a un gran número de personas a las que une el denominador común de no poder descansar por las noches. Para eso volantearon el barrio e invitaron bajo las puertas y en los comercios a acercarse a la reunión. No será el primer encuentro «interbarrial» y saben que en cada uno que se programa crece la cantidad de gente que quiere encontrar una solución a los ruidos molestos de las noches y madrugadas y a los sucios y olorosos escenarios que encuentran cuando, a la mañana siguiente de cualquier día del fin de semana, salen de sus hogares.

Como en anteriores oportunidades se espera la presencia, además de vecinos de ese barrio, de los de 8 y 61, 8 y 54, 9 y 60, 11 y 55, 8 y 57, y 53 y 2, todos «hartos de no poder dormir por los ruidos».

Los vecinos piden respuestas

«Nosotros no queremos que nadie pierda su fuente de trabajo; lo que queremos es que se cumplan con las ordenanzas y que la actividad de los boliches se mude adonde debe estar, en la periferia de La Plata, no en pleno casco urbano», señaló la mujer que, según asegura, el desorden de la vida nocturna se produce «sin piedad» en la zona comprendida por las calles 1 a 5 y 49 a 51, donde hay «muchos locales con música y baile«.

La situación no es nueva en 3 y 49 y alrededores. Fechada el 3 de noviembre pasado, una nota que acercaron por entonces los frentistas a Control Urbano daba cuenta de «la invasión del espacio público, con la contaminación sonora que sale de los boliches, de los autos, las motos, los parlantes y los bocinazos como así también los desmanes de todo tipo que produce el consumo de alcohol desmedido».

Tanto en 3 y 49 como en 11 y 55, 9 y 60, y 8 y 57 la principal fuente de incordio es la actividad de los boliches, mientras que en 53 y 2 las mayores molestias la causan las andadas de los motoqueros que con sus escapes libres y picadas alteran desde hace ya años la tranquilidad del barrio.

Por su parte, Juan Pablo Martín, vecino de 8 entre 54 y 55, relató que «la situación se ha vuelto insostenible» a raíz de las molestias ocasionadas por la actividad de un tradicional local nocturno en la esquina de 8 y 54. «Hicimos la denuncia en Control Urbano, en el Defensor del Pueblo de La Plata y de la Provincia, fuimos a la Cámara de Diputados y de Senadores, nadie nos da una respuesta«, contó a este diario. Asimismo, indicó que se puso en contacto con otros vecinos y todos reclaman a la Municipalidd «que tome medidas tales como enviar inspectores a la madrugada y obligarlos a bajar la música». Los inconvenientes no se detienen ahí, puesto que los contenedores verdes instalados allí (si bien alivian el desorden y la suciedad que son el saldo de todas las noches) colman el lugar de «moscas y olores nauseabundos». Martín denunció que hasta ahora no ha obtenido respuesta alguna por parte de la Municipalidad.

En todos los casos, no obstante, el resultado es similar, porque las quejas compartidas por los vecinos redundan en que «no dormimos porque arrancan a la medianoche y terminan después de las 8 de la mañana» y en que «al otro día del baile tenemos que salir a limpiar la mugre que dejan los que orinan y hacen otras necesidades durante toda la noche en la puerta de nuestras casas». En ese sentido aseguran que, aunque la música a todo volumen los incomoda, lo peor es el desorden».

Fuente: www.eldia.com.ar
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