Por ruidos molestos peligra el TC 2000 en la Ciudad

El subsecretario de Deportes de la Ciudad, Francisco Irarrázaval, anunció que existen altas posibilidades de realizar la última carrera de la temporada del TC 2000 en la Ciudad, utilizando la 9 de Julio para el rugir de los motores. A pesar del entusiasmo del funcionario, una nota fue dirigida a la Comisión de Ecología de la Legislatura “a fin de no avanzar con el proyectado circuito por ser invasivo al hábitat de los vecinos afectados por la respectiva traza”. La opinión de la legisladora María José Lubertino.

El pasado fin de semana, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, participó y celebró la largada de la caravana que unirá el obelisco porteño con la ciudad de Mar del Plata, en homenaje a los 75 años del Turismo Carretera (TC). En el marco de los festejos del aniversario de la categoría más popular del automovilismo deportivo argentino, el subsecretario de Deportes de la Ciudad, Francisco Irarrázaval, anunció que se está avanzando para lograr que la última carrera del año del TC 2000 se corra en la Ciudad.

“Nos quedan dos semanas para terminar de cerrar los procesos para concretar la fecha. No son obstáculos, sino simplemente tareas y estudios previos que están programados, como las normas de seguridad, el impacto ambiental, la logística de la gente, si llueve o no. Entre 1 y 10, estamos en 9 para que se realice la carrera”, comentó el funcionario porteño al portal canchallena.com dónde también comentó que el evento “será gratuito” y “no habrá cortes de calles para la instalación del circuito”, ya que “sólo se cortará un carril de la 9 de Julio”.

A pesar del entusiasmo que la presencia del TC 2000 en Ciudad pueda generar en los amantes de los fierros, la noticia comenzó a generar repercusiones y cuestionamientos. Según pudo saber NU, este lunes fue enviada una nota a la Comisión de Ecología de la Legislatura en la cual se “se requiere intervención a fin de no avanzar con el proyectado circuito por ser invasivo al hábitat de los vecinos afectados por la respectiva traza”.

En la nota -firmada por Guillermo Rey-, se menciona que este tipo de iniciativas es posible gracias a la derogación de “la ordenanza nro.17.748 (que con muy buen criterio no autorizaba este tipo de eventos)” tras la sanción en diciembre de 2010 de un proyecto del legislador PRO Fernando De Andreis; pero plantea que se estaría incumpliendo con la Constitución de la Ciudad en lo que a protección del Ambiente refiere.

“¿Por qué la Administración de la Ciudad induciría a los vecinos a estar sometidos a permantes ruidos molestos y afectar sus derechos a gozar de un ambiente sano?, máxime que desde el año 1952 la Ciudad cuenta con un autodromo para tal fin. Sería importante conocer las razones de publicar esta actividad callejera según lo expresado por el Subsecretario de Deportes de la C.A.B.A. Francisco Irarrábal sin efectuar previamente un estudio de impacto ambiental”, expresa la misiva.

Consultada sobre estos cuestionamientos, la vicepresidenta de la Comisión de Ecología del Parlamento porteño, María José Lubertino, comentó a NU que aún no hubo reunión de diputados en los que se trate este tema, pero que este lunes habrá reunión de asesores en donde podría iniciarse un debate al respecto.

“No deberían poder hacerse carreras en la Ciudad porque entiendo que tienen un impacto ambiental negativo. Habrá que analizar cuál es el alcance de esta iniciativa”, dijo la legisladora del Frente para la Victoria reconociendo que no le parecería mal que la largada o la llegada fuera en algún punto límite del territorio porteño “para que la Ciudad tenga los beneficios turísticos que un evento como este representan, pero no atravesándola ya que la estructura urbana no está pensada para carreras”.

Sobre el comentario del Subsecretario de Deportes señalando que aún resta obtener los resultados del estudio de impacto ambiental, Lubertino subrayó que existe “una violación sistemática a efectuar los estudios”.

“Cuando logramos estudios es a través de acciones de amparo. En muchas oportunidades la propia Agencia de Control Gubernamental dictamina que no es necesario hacer el estudio por no ser una obra de relevante impacto, con lo que el propio Estado se exime a si mismo”, dijo.

Y concluyó: “Voy a analizar este tema, porque tal vez, se puede estar privatizando la Ciudad. Al daño al ambiente o alteración de la habitabilidad se le puede sumar un negocio”.