Los bloques de Junín para la Victoria y Concertación Plural presentaron un proyecto en el Concejo para regular la actividad de los locales que fueron autorizados como pubs o restaurantes y terminan funcionando como boliches bailables, superan su capacidad o los decibeles sonoros.
Bares que en realidad funcionan como boliches bailables, locales que superan la capacidad permitida, ruidos molestos en zonas residenciales y desorden en las inmediaciones son algunas de las dificultades con las que conviven vecinos de la zona céntrica durante las madrugadas.
Esto fue, en parte, lo que motivó a los concejales de Junín para la Victoria (JpV) y Concertación Plural a trabajar en conjunto a fin de normalizar la situación de los locales que funcionan de noche.
«Hemos presentado, junto con el bloque Concertación Plural, que preside Marcelo García, un proyecto para la normalización de los boliches, confiterías, salas de té, en términos de habilitaciones», dijo Santiago Aguiar, de JpV.
El edil aclaró que la iniciativa «no está particularmente dirigida a ninguno (por los locales)». Y agregó: «simplemente queremos normalizar y compatibilizar el código de planeamiento urbano con la localización de los boliches bailables«, afirmó en diálogo con TeleNoticias.
Marcelo García, en tanto, explicó a Democracia que el proyecto es «por todo lo que se refiere como habilitaciones y están dadas como bar, cantina, salón de te, pub, que, en realidad, no cumplen la función de un boliche bailable, son para otra cosa. Se trató de ver cuál es la funcionalidad que tiene una habilitación de esto, que no se transforme ni se tergiverse», afirmó García.
En ese sentido, dijo que los bares o confiterías suponen «una zonificación diferente, medidas de seguridad diferentes, cosas que no tienen nada que ver a lo que hace a un boliche bailable«.
Por su parte, Aguiar explicó que hay «vacíos legales, en muchos casos, en términos de decibeles y muchos lugares céntricos están habilitados como bares, confiterías o salas de té con la autorización de tener algún espectáculo en vivo pero formalmente funcionan como boliches bailables», dijo.
«La verdad, que los boliches bailables deberían estar un poco más alejados del centro por ruidos molestos, por el tratamiento que sufren los vecinos de estos lugares no sólo los de casas particulares, sino los propietarios de hoteles y lugares de descanso que lo ven bastante perjudicados en su ingreso y es un perjuicio económico de este negocio», afirmó.
«Lo que queremos hacer no es ponernos en contra de nadie, sino regularizar una situación», dijo Aguiar.
Decibeles
«Hay un vacío legal en lo que hace a los decibles de música. En un restaurant, pub o salón de té, en realidad, es para mantener una reunión, hablar con amigos, cosas distintas. Hay que ver qué se entiende por ‘música ambiente’, 55 decibeles es lo que soporta el oído humano sin esfuerzo. En un boliche bailable se permiten de 85 a 90 decibeles. No está legislado en un pub cuánto es el máximo«, explicó García.
Espacio
El uso del espacio también es otro punto que genera polémica. «Si vos tenés un restaurant, pizzería, pub o cantina lo que tenés es mesas y sillas. La ocupación de todo el predio tendría que ser con mesas y sillas que es parte del comercio, dejando lugar para los pasos. Podés reubicar mesas a los fines de la necesidad de comensales pero no para liberar espacio y obtener una pista de baile«, dijo García, y añadió: «si querés tener una cantina y salón de fiestas, tiene que tener la habilitación como salón de fiestas y que te da el uso de suelo, la zona residencial y demás».
Horarios
El concejal massista explicó que los horarios, en el caso de que haya shows en vivo, serían «de domingo a jueves serían hasta las 23. Y ver la posibilidad de adecuar el tema de los decibeles, solamente pudiendo liberar hasta un 20 por ciento del espacio para que el artista haga su presentación«, dijo
Fuente: www.diariodemocracia.com
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