Marta tiene 76 años, es ciega y depende de la insulina para vivir. Y desde esta madrugada sufre una pesadilla inesperada: se derrumbó la medianera de su casa, que está pegada a una obra en construcción. De milagro, la mujer, que vive en Colegiales, no sufrió heridas pero ahora su casa está inhabitable.
La mujer, que estaba apenas con un abrigo, asustada junto a su perro contó que el problema venía desde hace tiempo y nadie lo evitó: «Hablé con el arquitecto muchas veces, para avisarle que había muchas rajaduras en la pared y que temblaban las ventanas con los golpes y la obra, pero él ni siquiera quiso entrar a mi casa a ver, me dijo que me quedara tranquila«.
Marta se mostró desesperada porque vive sola y no tenía familiares que la ayuden ante la emergencia. «No se qué voy a hacer, soy no vidente», dijo.
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