La Justicia de Quilmes que había resuelto suspender en forma preventiva la obra y designó una audiencia para hoy al mediodía entre la vecina que se vio afectada por el desmoronamiento y los responsables del emprendimiento, la empresa MOTICAR S.R.L.
El derrumbe, ocurrido el 7 de agosto pasado, desnudó una serie de falencias en la obra en ejecución en el predio de Yrigoyen 830. Los propietarios de dos viviendas lindantes denunciaron los serios inconvenientes que los trabajos habían ocasionado en sus casas. Ese 7 de agosto, el desmoronamiento se produjo aparentemente luego de que una máquina excavadora rompiera un caño. La estructura cedió y arrastró la tierra de la base hasta la mitad de la vereda provocando la caída de la misma. El muro de contención rasgó los pisos de una de las propiedades y afectó las estructuras de otra que ya estaba apuntalada por temor a un desprendimiento. Un grupo de doce operarios permanecieron atrapados durante casi media hora. Los trabajos de apuntalamiento se extendieron por más de dos días. Los vecinos de las casas linderas fueron evacuados y el tránsito permaneció interrumpido en esa zona durante cuarenta y ocho horas como medida de precaución.
El desmoronamiento desencadenó el planteo jurídico de un vecino, M.C., lindante a la construcción. Al tomar intervención la jueza Español, ésta decidió aceptar una medida cautelar tras analizar un informe técnico donde se establece que la continuidad de los trabajos compromete la seguridad de terceras personas.
Con la suspensión preventiva de la obra, la Justicia designó una audiencia para hoy al mediodía para que comparezcan las partes junto con sus abogados. Al mismo tiempo, intimó al Municipio para que haga llegar al Juzgado la documentación que le había sido requerida con relación a este caso que es una acción de interdicto de obra nueva y no un reclamo por daños y perjuicios.
Fuente: www.quilmespresente.com
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