«Dos edificios linderos de importante altura y de antigua data; se realizarán tres subsuelos. Importante verificar submuración” . Esta anotación, que advertía sobre el riesgo que representaba la obra de la calle Bartolomé Mitre para los edificios de al lado, figura en un acta de la inspección realizada el 26 de septiembre, más de un mes antes del derrumbe que se produjo el viernes pasado. La fotocopia del acta fue presentada ayer en la Legislatura por el titular de la Agencia Gubernamental de Control (AGC), Javier Ibáñez, junto a las certificaciones de otras seis inspecciones realizadas en la obra que generó la catástrofe.
A seis días de la caída, y en la misma jornada en que apareció el cuerpo de la persona que estaba desaparecida bajo los escombros, Ibáñez fue a la comisión de Desarrollo Económico de la Legislatura y se defendió justamente con el argumento de que hubo siete inspecciones en la obra cuestionada. Sin embargo, cuando el diputado Eduardo Epszteyn (Diálogo por Buenos Aires) vio y le marcó esta advertencia que había hecho uno de los inspectores, Ibáñez afirmó que la inspección de la excavación estaba, por tiempos de la obra programada para el 20 de noviembre , 16 días después del derrumbe.
Relativizó Ibáñez, quien reconoció que la submuración (técnica de seguridad necesaria para construir un edificio con subsuelo entre medianeras) no fue verificada durante las inspecciones posteriores, pero que si el peligro hubiese sido manifiesto el inspector habría clausurado . Los planos de la submuración, según la misma acta, habían sido presentados por los responsables de la obra. La última de las visitas de los inspectores, según la documentación presentada, fue el 31 de octubre, sólo cinco días antes del accidente.
Según Ibáñez, sin embargo, aunque las inspecciones se hubieran hecho como correspondía y “hubiera estado el mejor arquitecto”, no se puede garantizar que no se hubiera producido un hecho como el que pasó. “Habría que ver lo que se hizo en los minutos anteriores al derrumbe. El Estado cumplió con la responsabilidad que le compete de verificar que hubiera un profesional idóneo y que la obra estuviera registrada”.
Después de la reunión de más de cuatro horas, Ibáñez dijo a los periodistas: “Un derrumbe de este tipo no se produce por un solo motivo. Hay una suma de cuestiones, que incluyen la antigüedad del edificio y seguramente también alguna irregularidad en los trabajos que se realizaron en la obra. Eso lo determinarán las pericias”.
La reunión terminó con una pelea a trompadas entre un colaborador de Ibáñez y un vecino que suele concurrir a la Legislatura. Y en la oposición se fueron con críticas. “El mensaje que dio el oficialismo es que el Estado no puede hacer nada para que estas cosas no pasen más”, dijo Rocío Sánchez Andía (Coalición Cívica).
Por Daniel Gutman – Nota Clarin
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[…] Verónica Lauría y a los directivos de las empresas involucradas (Le Marche SRL y Taclet SA), y podrían escalar hasta los funcionarios encargados de los controles. Si las pericias revelan que hubo negligencia, el delito sería “estrago doloso”, agravado por […]