El boliche que inauguró el 5 de octubre pasado en José C. Paz sigue acumulando denuncias de parte de los vecinos de la zona por Ruidos Molestos y Anomalías en el sistema de seguridad, así como también la violación de las reglas de la Ley de Nocturnidad. Sin respuestas aún, el reclamo crece y comienza a hacerse escuchar.
El boliche Limit Club abrió sus puertas por primera vez el 5 de octubre del año pasado, y desde entonces hasta la fecha, los dueños no han podido descansar de las denuncias y reclamos que los vecinos de la zona han disparado contra el local.
La actividad nocturna, el movimiento inusual, los ruidos molestos, la creciente inseguridad, y la falta de habilitación son los móviles de la insistencia de los vecinos, que persisten en su lucha por recuperar el barrio tal cual fue.
Aunque aseguran que todas estas cuestiones comenzaron desde el momento en que abrió el boliche, la primera denuncia consta desde el 23 del mismo mes del año pasado, cuando un grupo de vecinos del barrio estableció un reclamo por “anormalidades” contra el boliche bailable. A partir de allí, la falta de respuesta y las denuncias se incrementaron a la par.
Limit Club está ubicado sobre la avenida Pte. Perón 3750, a apenas dos cuadras de la calle Rivadavia, que sirve de límite entre San Miguel y José C. Paz. Allí comenzó su actividad en octubre del año pasado, y desde entonces, además de las denuncias de los vecinos, también creció su popularidad y actividad.
Varios minutos antes de la apertura del local, además de los autos que recorren la zona –donde la avenida Perón, frente a la entrada del local, se vuelve de un solo carril-, los grupos de jóvenes que se acercan caminando, o que hacen cola aguardando ingresar es considerable. Incluso un lavadero lindero ahora trabaja también como bar para aquellos que no pueden esperar hasta la apertura de Limit Club. Todo sirve.
Sobre la avenida Pte. Perón, y hacia dos cuadras para un lado y para otro, las noches aparecen repletas de automóviles buscando estacionamiento, o bien parados allí. Frente al local, además un descampado funciona perfecto para desarrollar esa actividad.
Entonces, es cierto que transitar por esa zona de la mencionada avenida entre las 23 horas y las 2 de la madrugada se vuelve complicado. Incluso, pasadas las 4 de la mañana y hasta las 8, los jóvenes cruzando la avenida Perón es otra constante que deben enfrentar los conductores cuando pasan por el frente del local.
La Municipalidad de José C. Paz, esta analizando las denuncias de los vecinos. El boliche, por supuesto, sigue funcionando, y los vecinos han afirmado que pudieron negociar en algún momento con los dueños del local para que acondicionen las comodidades del local de modo que disminuyan los ruidos molestos y la seguridad, pero no han conseguido resultados satisfactorios aún.
El presidente del Honorable Concejo Deliberante, José Mondoví, aseguró que las denuncias han pasado por el cuerpo y ahora se encuentran en el Ejecutivo para su análisis y evaluación. Mondoví incluso aseguró que todos los reclamos nacen de los vecinos, quienes aseguran que el boliche “no tiene las habilitaciones correspondientes”.
La puja para ver quien aguanta más en este tira y afloje entre los vecinos y los dueños del local no ha finalizado aún, y todavía no hay certezas entre las irregularidades que plantean los vecinos y las leyes vigentes. Y aunque esta historia empezó en octubre del año pasado, recién comienza.
El 28 de febrero de este año, luego de varias denuncias presentadas en la Comisarías Nº1 de José C. Paz, los vecinos del barrio Antártida Argentina enviaron una carta al presidente del Honorable Concejo Deliberante de José C. Paz, José Mondoví, a fin de encontrar una respuesta efectiva a los reclamos que se venían realizando contra el boliche bailable Limit Club.
Según declaran los vecinos, desde el día que abrió hasta la fecha, no han cesado los “ruidos molestos, robos, violencia, accidentes, muertes y conflictos” que han sido informados y denunciados en tiempo y forma.
El 29 de octubre de 2011, un vecino del barrio denunció haber tenido un fuerte cruce de palabras con el dueño del local, Pablo Navas, quien luego de amenazarlo, e incluso haber mostrado un arma de fuego, pidió disculpas y aseguró nunca haber usado este tipo de instrumento. Incluso, consta en la denuncia que el dueño del local prometió “hacer todo lo que tenga que hacer” para no molestar más a los vecinos.
El denunciante, además, declara que desde que se inauguró el local se levantaron quejas contra el mismo por el incumplimiento de las medidas necesarias de reglamentación, siendo un punto muy importante la acústica del boliche, que, al no respetarse, repercute sobre todas las casas aledañas.
Otro vecino, el 31 del mismo mes e idéntico año, envía una carta al intendente de José C. Paz, Carlos Urquiaga, reclamando en nombre de los habitantes de la zona comprendida entre las calles “Miguel Cané, Sarmiento, Caluncura, Leandro N. Alem, Chile, Fraga y Paunero” con el fin de “solicitar que se revea la habilitación del Club Limit” por “ruidos molestos, vibración dentro de los hogares, y disturbios ocasionados por los clientes”.
El vecino reclama que todas las noches que abre el boliche hay “ruido de autos, gritos, corridas, peleas entre bandas con elementos que rompen la vía pública” y que esto ocasiona que gente “de otras zonas concurran a pelearse y provocar robos a los vecinos que salimos a trabajar”. Además, reclama que la inseguridad que “estamos viviendo obliga a que los colectivos no se detengan ni respeten las paradas, y los remises no quieran concurrir por miedo a ser asaltados”.
Este mismo vecino finaliza su declaración asegurando que, cuando intentó dialogar con los dueños del local Pablo Novas y Néstor Olmos, no pudo obtener respuesta satisfactoria, y que, por el contrario, “fuimos insultados y agredidos”.
En otra denuncia realizada en Malvinas Argentinas, en la localidad de Los Polvorines, una vecina aseguró sentirse “intimidada” por los dueños del local que estacionaron sus vehículos, con ploteados del boliche en los mismos, sobre el frente de su lugar de trabajo. La sensación se debió a que una actitud similar experimentó uno de sus vecinos luego de haber elevado una denuncia contra el boliche.
Entre los reclamos que figuran en la carta que se envió al presidente del Concejo Deliberante también se asegura que entre las “00:00 hs. hasta las 8:30 de la mañana (horario que no es permitido incluso en fiestas privadas) es imposible conciliar el sueño ya que en un perímetro de 300 metros el ruido, la música altísima, las picadas o carreras y las peleas callejeras son insoportables”.
Finalmente, el 9 de noviembre del año pasado, también se elevó un reclamo a REBA por la venta de alcohol a menores de edad, la cual está prohibida en la Provincia de Buenos Aires. Incluso, según aseguran los vecinos, el boliche está violando “Leyes de Nocturnidad de la Provincia de Buenos Aires”, y no hay constancia de habitación municipal vigente.
Fuente: www.aquilanoticia.com
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