Cada fin de semana se labran unas 20 infracciones, la mayoría por mantener el volumen alto en las fiestas privadas. Plantean la necesidad de cambiar el horario de cierre en los boliches.
Según la enciclopedia virtual Wikipedia, a la que estamos acostumbrados los mortales de la sociedad actual a consultar, «calidad de vida» es un concepto utilizado para evaluar el bienestar social general de individuos y las sociedades. El término se utiliza en una generalidad de contextos, tales como sociología, ciencia política, estudios médicos, estudios del desarrollo, entre otros.
En nuestra ciudad existe la oficina de Calidad de Vida, a cargo de Daniel Pikaluk. Este organismo del Municipio capitalino tiene como función principal tratar de hacer cumplir las normas básicas de convivencia. Además tiene el poder de Policía para poder supervisar el funcionamiento de tres áreas fundamentales: Bromatología, (consumo de alimentos), Saneamiento Ambiental (recolección y destino de basura), Nocturnidad, todo lo referido a fiestas, boliches, pubs y fiestas privadas, para tratar de que el vecino se sienta protegido de los ruidos molestos y de consecuencias del consumo de alcohol.
Nuevo Diario, LV11 y FM 88.1 entrevistaron a Daniel Pikaluk, quien expresó cuáles son las denuncias más frecuentes que reciben y la problemática de los jóvenes y la nocturnidad.
— Nuevo Diario: ¿Cuál es el tema más difícil de abordar?
— Daniel Pikaluk: El más difícil es el control de boliches, pero sobre todo las fiestas privadas. Esto es la derivación, la imposibilidad de los menores de edad, para poder acceder a los boliches como consecuencia de los controles estrictos en este tema. Es por ello que la mayoría de las denuncias que recibimos son por ruidos molestos. Hicimos un informe al Concejo Deliberante, la idea era cerrar algunos boliches o cambiar los horarios. Muchos opinaron que no era conveniente, ya que cerrar temprano implicaba que estuvieran (los chicos) a la deriva, entonces ocurre que pasan a otros municipios que no tienen la misma normativa.
— ND: Entonces si se cierra temprano el boliche, ¿el chico opta por el éxodo, estar a la deriva o acudir a una reunión privada?
— DP: Efectivamente, la franja etaria entre los 16 a 18 queda sin control. En los propios boliches se detectan cuestiones tales como falsificación de documentos o permiso para entrar por amiguismos, caso contrario se opta por las fiestas privadas, que se realizan sin control. A ellas acudimos nosotros, con la colaboración de la Policía, para que esto disminuya y se las controle aplicando el mayor rigor posible.
— ND: Ustedes tienen un aparato que mide los decibeles… ¿Cuál recuerda como caso testigo del exceso de volumen?
— DP: El decibelímetro marca un techo de 85 como máximo permitido. Hace poco, recibimos la denuncia de un vecino de un pub. Fueron los inspectores y midieron 114 decibeles en la casa del propio vecino. Se hizo el acta de infracción, bajaron al momento el volumen y a la hora volvieron a subirlo. A posteriori se lo clausuró por reincidencia y porque se hizo caso omiso a la norma. El juez es severo en este tipo de situaciones.
ND: ¿Cuál es la edad más llamativa en estas situaciones?
— DP: Hemos llegado a ver niños de 12 años que participan activamente de fiestas. Ahora, por imperio de las redes sociales se comunican al instante y eso facilita la reunión, incluso sabrán si habrá control o no. Ante las denuncias o por propios recorridos, vamos con personal policial. Con el control descartamos menores o procedemos a su desalojo, supervisamos el tema del alcohol y el volumen que afecta la paz de los vecinos.
— ND: ¿Qué necesitan para llegar a los objetivos?
— DP: Un mix de cosas. Tenemos 160 personas para un promedio de 70 fiestas privadas y más imponderables. Nosotros armamos un plan. Formamos tres equipos para viernes sábado y domingo con una rutina que diseña la parte de administración y con esto hacemos dos o tres controles a los inscriptos, más controles sobre denuncias in situ.
— ND: ¿Cuál es el promedio de infracciones por semana?
— DP: Por fin de semana detectamos 20 infracciones, el primer puesto se lleva las denuncias por alto volumen. Se puede decir que los pubs, boliches, etc. se manejan bien y controlan el nivel de sonido ellos mismos. Hay muchos emprendimientos que han invertido en esto.
Fuente: www.nuevodiarioweb.com.ar
Link: Ver Nota
¡Reciba GRATIS nuestros boletines de Peritajes Edilicios, Arquitectura Legal y Acústica Legal por email!
2 Comments
[…] Desde hace ya un tiempo que se viene abordando en esta sección el tema de los ruidos molestos. Y en más de una ocasión los lectores también han dejado su opinión al respecto a través del espacio de Línea Directa. […]
[…] Desde hace ya un tiempo que se viene abordando en esta sección el tema de los ruidos molestos. Y en más de una ocasión los lectores también han dejado su opinión al respecto a través del espacio de Línea Directa. […]