Buenos Aires es una de las ciudades más ruidosas del mundo. Como otras ciudades modernas, se ha convertido en una gran caja de resonancia donde la convivencia se hace difícil y está ausente la solidaridad social.
Uno de los factores de la de gradación ambiental es la contaminación sonora. El ruido atenta contra la calidad de vida urbana y la sustentabilidad. Para que una ciudad sea sustentable es necesario un desarrollo armónico y equilibrado de los factores humanos, sociales, ambientales y económicos, preservando los recursos para las próximas generaciones. Técnicamente se denomina ruido al sonido no deseado. Un mismo sonido puede dar placer a quien lo produce y convertirse en un suplicio para los demás.
¿Cómo se mide el ruido? Se utiliza una medida llamada decibel (dB). La intensidad sonora alcanza un punto de peligro por encima de los 90 decibeles y se convierte en dolorosa a partir de los 120 dB (Organización Mundial de la Salud).
Las causas del aumento del ruido provienen del crecimiento de las ciudades. La principal fuente generadora de ruidos es el transporte automotor.
Hay factores que agravan sus efectos como la velocidad, el grado de congestión del tránsito, el tipo y el estado del vehículo, el tipo de pavimento y las formas de conducir.
Otros responsables son: las motos, las alarmas, las sirenas, los martillos mecánicos, las obras en construcción, los aparatos domésticos, la música de bares y discotecas, el transporte aéreo, las estaciones de trenes y subterráneos, los centros comerciales, los camiones recolectores de residuos. El Estado debe: planificar, legislar, aplicar las normas, controlar. Los ciudadanos debemos: respetar las normas, tomar conciencia, ser solidarios, participar, denunciar. Las empresas deben: cumplir con las normas y ejercer el autocontrol.
El ruido es un contaminante ambiental de gran riesgo para la salud. Los decibeles (dB) en exceso dejan marcas indelebles en el organismo. Cuando el aparato auditivo emite su “grito de alarma” hay que prestar atención pues no hay recuperación, ni siquiera con un audífono. Controlar la sensación de “oído ocupado”, los zumbidos, la disminución de la sensibilidad auditiva, fatiga, alteración del sueño y la pérdida de memoria o irritabilidad. La combinación de la intensidad, la frecuencia y la duración otorga mayor o menor importancia a los efectos sobre las personas. Un sonido de pocos decibeles puede producir molestias e incluso daños, si es prolongado en el tiempo. Ejemplo: gota de agua.
Consultar a: Servicio de Otorrinolaringología del Hospital de Clínicas Av. Córdoba 2351 Entre Piso Puerta “B” Capital Federal. Tel.: 4508-3786
Las acciones privadas y estatales deberían apuntar a:
• Promover una cultura menos ruidosa.
• Alentar la educación vial.
• Ejercer efectivamente el control y poder de policía.
• Incrementar el arbolado y otras barreras para mitigar el ruido.
• Reducir las fuentes del ruido como las emisiones de los vehículos a motor, las maquinarias de construcción, los aparatos domésticos, etc.
• Implementar la planificación urbana: alejando las actividades más ruidosas de las zonas residenciales.
• Implementar la planificación integral metropolitana y gestión del transporte: fomentando el uso del transporte público y del transporte no motorizado y cumpliendo con la revisión vehicular.
• Informarnos.
• Cumplir y hacer cumplir las normas vigentes.
• Respetar los horarios de descanso.
• Denunciar ruidos molestos.
• Promover políticas educativas.
• Acudir a la Justicia (recurso de amparo).
Las medidas para controlar el ruido se pueden solicitar en Fundación Ciudad: Galileo 2433 “PB”, Capital Federal. Tels.: 4806-294/4803-5557. E-mail: f.ciudad@interlink.com.ar www.fundacionciudad.org.ar
Si el ruido proviene de un emprendimiento habilitado por el Gobierno de la Ciudad (comercio, industria, etc.), nos ampara la Ordenanza Nº 39.025/83. Se debe realizar la denuncia ante la Dirección General de Control Ambiental. Si el ruido proviene del ámbito privado (departamentos o casas vecinas), nos ampara el Código Contravencional, Ley 10, art. 72 y modificatorias. Se debe realizar la denuncia ante las Fiscalías Contravencionales. Si el ruido proviene del tránsito (vehículos que exceden los límites permitidos), nos ampara la Ley Nacional de Tránsito Nº 24.449. Se debe realizar la denuncia ante la Comisión Nacional de Regulación del Transporte
Fuente:
http://www.revistavivienda.com.ar
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