Ante los nuevos recitales programados en la cancha de River , que comienzan con Ricky Martin y siguen con Red Hot Chili Peppers, los vecinos de los barrios próximos al estadio reanudaron sus reclamos porque dicen que las vibraciones que se producen cuando la gente salta en el campo de juego los perjudica.
Ante las quejas, desde la Agencia de Protección Ambiental del Gobierno de la Ciudad dijeron que el que se inicia es un período experimental durante el cual, hasta marzo de 2012, se realizarán pruebas con distintos materiales y en diversas condiciones, para determinar cuál es la mejor forma de mitigar las vibraciones que se producen durante el denominado pogo en los conciertos y atender a las necesidades de los vecinos.
Una de las mayores preocupaciones es que, según dicen los vecinos, se excede la capacidad de espectadores permitida, que es de 40.271 personas. “Nosotros contratamos a un ingeniero especialista en vibraciones y los resultados de las mediciones de la frecuencia natural dieron que ni siquiera debería estar habilitado para espectáculos deportivos”, aseguró Ana Paulesu, presidente de la Asociación Vecinal de Fomento del barrio Parque General Belgrano.
Además destacan que los informes técnicos que hicieron el año pasado prueban los daños que las vibraciones les generan a sus viviendas. “Cuando se raja la pared nos sale entre 4.000 y 5.000 pesos el arreglo y eso lo tenemos que pagar nosotros y nos afecta a todos los edificios a 3 km a la redonda”, contó Enrique Banfi, presidente de la Asociación civil Vecinos de Belgrano. “Pero también tienen que considerar que cuando hablamos de seguridad tenemos que tener en cuenta otros aspectos. Con tanta gente y falta de control el barrio se convierte en un caos. Parece un baño público porque orinan en cualquier lugar, estacionan donde quieren, tenemos venta de bebida en la calle. Todo esta permitido y se generan situaciones de riesgo”, dijo Liliana Daloia, miembro de Vecinos en Alerta de Núñez.
Luego de las pruebas técnicas realizadas el año pasado, cuando se hizo un “pogo programado”, se determinó que el material utilizado sólo absorbía el 50% de las vibraciones. Por eso, el estadio se habilitó para que se hicieran shows con gente sentada en el campo, como los tres recitales de Paul McCartney.
A partir de los shows de Ricky Martin y los Red Hot Chili Peppers, se habilitarán sólo algunos sectores del campo para que la gente esté parada y se realizarán pruebas de impacto. “No hay daños estructurales registrados, sí nivel de molestia, y la idea es seguir trabajando para reducir las vibraciones”, explicó Javier Corcuera, al frente de la Agencia de Protección Ambiental, y agregó que el año pasado invitó a los vecinos a participar de las pruebas, a través de un técnico designado por ellos, pero que todavía no le respondieron.
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[…] Si se comparan, por ejemplo, las mediciones realizadas sobre el terreno durante el recital de Foo-Fi… (concentrada alrededor de 2 Hz) y el paso de vehículos (frecuencias distribuidas entre 10 y 30 Hz). Esta característica ocasiona una gran diferencia respecto de la distancia a la cual pueden ser percibidas las molestias. Mientras que el salto de los espectadores en un recital puede ser percibido en ciertos edificios a casi tres kilómetros del estadio, las vibraciones producidas por el tránsito se disipan en una decena de metros. Esto demuestra cómo cambia su efecto sobre las construcciones y las personas, y sobre las posibilidades de mitigación. […]