La avenida San Martín se vuelve, en un tramo, una autopista para los jóvenes que pretenden mostrar su destreza al volante. Ruidos insoportables y algunos otros excesos siguen siendo los motivos de queja para los que viven allí.
Vecinos de uno de los barrios residenciales de esta ciudad se quejan por ruidos molestos en la noche y la madrugada, y la «invasión» de veredas por parte de grupos de jóvenes. Por este tema, ya se concretó una reunión con la Unidad Regional II y no se descarta un encuentro con representantes de la municipalidad.
El barrio Norte incluye una zona de chalets y casas con parques de verde césped. Sobre la avenida San Martín se extienden construcciones de una estética cuidada y propiedades de alto valor.
Son esos piquenses los que han dado a conocer las molestias que viven con las picadas de vehículos en horas nocturnas, el paseo de jóvenes en automóviles con la música alta, e incluso el asentamiento de grupos de adolescentes que utilizan parques y jardines para reunirse sin importar la «invasión a la propiedad privada».
Si bien este barrio se caracteriza por un alto nivel económico, un departamento tipo dúplex en esta zona se vendía a 80.000 dólares el mes pasado, fuentes policiales indicaron que no presenta un alto índice de robos u otros delitos.
Uno de los motivos es el tránsito constante de personas. La avenida en este sector de la ciudad es elegida por los caminantes para realizar las salidas diarias, y el movimiento se mantiene desde la mañana hasta el anochecer.
Buscan solución.
Pero, quienes habitan en este barrio solicitaron hace unos días una reunión con las autoridades policiales. El jefe de la URII, comisario mayor Carlos Chico, ya estaba llevando adelante encuentros en diferentes sectores de la ciudad, y confirmó que en este caso se abordaron diferentes aspectos de seguridad.
Los problemas por ruidos o infracciones de tránsito son responsabilidad de la comuna, pero el llamado al 101 lo recibe la policía. Además, Chico explicó que en el marco de las «reuniones» de jóvenes en ese sector se ha detectado el consumo de alcohol por parte de menores en la vía pública, peleas entre los adolescentes, e incluso algún conflicto con los vecinos. Cada llamada a la línea de emergencia genera que una patrulla se movilice por cuestiones de prevención.
Desde la URII agregaron que en cada barrio la forma de trabajar en la seguridad es diferente y depende del tipo de problemática que se detecta en la zona. A pesar que el patrullaje se incrementó en toda la ciudad, la participación de los vecinos se seguirá alentando para que opinen y alerten sobre las situaciones que perciben a su alrededor.
Además de las molestias por ruidos, la avenida San Martín se vuelve un sector peligroso por la alta velocidad a la que circulan algunos vehículos.
Fuente: www.laarena.com.ar
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