Razones a favor y en contra de apostar a la construcción: los arquitectos debatieron al calor de las próximas elecciones.
Incertidumbre por el presente, nostalgia por el pasado, esperanza por el futuro. Quizás puede describirse así el contenido que sobrevoló la mesa redonda dedicada a la perspectiva de los desarrollos inmobiliarios durante el reciente Congreso Nacional de Arquitectos 2013, que se realizó en coincidencia con la celebración del 25° aniversario de la creación de la FADEA. Pero tanto o más importante que los conceptos vertidos por los dos economistas y los tres arquitectos invitados fue el clima de debate político que se pudo palpar en el auditorio de la Sociedad Central de Arquitectos, sublimado por momentos o en toda su crudeza en otros.
Nadie pudo hacerse el distraído: el tema a debatir era cómo seguirá el “clima de negocios” para la construcción en los próximos dos años –hasta que llegue el recambio presidencial– y después. O qué ocurrirá con la política cambiaria, sin dudas la preocupación con más rating. Así fue que prácticamente cada frase de los conferencistas (o del público) se expuso a ser interpretada en clave ideológica, en el mejor de los casos, o electoral, en el peor. Aunque ninguno de ellos tuviera en mente el cercano 27 de octubre o el lejano 2015, para el caso dio lo mismo.
Por su parte, Szewach celebró que, a pesar de estos trastornos, “en la construcción hay dos años de obra para esperar los resultados”. La mención a los “dos años” no pasó inadvertida a nadie, aunque se basara en datos empíricos. Y, en definitiva, sonó como un voto de confianza a la construcción. Sin embargo, agregó con gran sinceridad que si lo consultaran sobre la conveniencia de invertir en “ladrillos” a corto plazo, no sabría si recomendaría hacerlo. Y auguró que la unidad de cuenta de la construcción volverá a ser la divisa estadounidense: “El dólar siempre vuelve”.
En tanto, Daniel Mintzer, socio de G & D, puso un toque de optimismo: “La incertidumbre es común a todas las actividades, por eso algunos prefieren invertir en la construcción”. Opinó que hay buenas oportunidades de desarrollar unidades con valores de venta de 15 o 16.000 pesos el metro cuadrado a pagar en cuotas, y recomendó no comprar jamás el terreno con dinero (“es pagar ganancias de un negocio que no se hizo”), sino con metros cuadrados.
Por ARIEL HENDLER
Fuente: Arq Clarin
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