La demolición de la casa del «padre de la arquitectura moderna» de China ilustra el peligro que la rápida transformación urbana del país significa para su patrimonio histórico.
Su aprecio por los edificios antiguos de China y su devoción por la preservación de su herencia los convirtió en dos de los arquitectos mas admirados del país.
Pero ahora el hogar donde Liang Sicheng y su esposa Lin Huiyin trabajaron está reducido a escombros y ha caído presa de la urbanización que ellos ya temían que destruiría las calles antiguas de la ciudad.
La demolición ha horrorizado a los expertos. Liang es conocido como «el padre de la arquitectura china moderna», y gran parte de sus obras más importantes –en colaboración con Lin– fueron llevadas a cabo cuando ellos vivían en una «casa con patio», en Beizongbu Hutong, en la década de 1930.
He Shuzhong, fundador del Centro Cultural para la Preservación de Beijing, afirmó que la edificación de comienzos del siglo XX fue la intersección entre el estudio y la preservación de reliquias culturales, y que los pioneros fueron Liang Sicheng y Lin Huiyin. Además, se refirió también a los peligros causados por una urbanización rápida.
El año pasado, el más alto funcionario del departamento dedicado a la herencia cultural advirtió públicamente que la urbanización de alta velocidad había sido un desastre para la conservación. Tanto los expertos como los propagandistas están enojados porque creyeron que habían logrado rechazar la amenaza a la vivienda de Liang y Lin del 2009, cuando el gobierno provincial había aprobado su destrucción y la casa fue parcialmente demolida. Adhiriéndose a la protesta pública, la administración estatal de la herencia cultural intervino y el sitio se declaró reliquia cultural permanente, lo que significaba que para ejecutar la demolición se requería la aprobación oficial
Liang y Lin redactaron un trabajo fundamental sobre la arquitectura china, divulgaron una lista de reliquias que necesitaban protección durante el tiempo de guerra, diseñaron el emblema nacional de la República Popular de China, y trabajaron en el Monumento a los Héroes del Pueblo en la Plaza de Tiananmen.
Cuando el gobierno comunista decidió que Beijing sería la capital de la nueva república, Liang y su colega Chen Zhanxiamg le exigieron que se construyera una ciudad íntegramente nueva. Creían que esa era la mejor manera de preservar sus edificios antiguos. Pero los funcionarios rechazaron el plan y la mayor parte de la ciudad vieja desapareció para siempre. Según Wang Jun, periodista y experto en conservación, China tenía 7.000 hutongs (caminos vecinales bordeados de antiguas viviendas familiares de planta baja) en 1949 y 3.000 en los años 80. Desde fines de los años 90 fueron desapareciendo, a un ritmo de alrededor de 600 por año.
Los funcionarios de Dongcheng les dijeron a los periodistas que ellos habían ordenado a los urbanistas que reconstruyeran la casa, pero que la medida fue descartada por los partidarios y propagandistas, que la consideraron sin importancia.
«Construir una réplica sólo empeora las cosas. Sugiero que el gobierno mande erigir en el sitio original un monumento o un parque, en memoria de Liang y Lin», declaró para el Daily China Chen Zhihua, ex alumno de la pareja. Lin falleció en 1955, después de una enfermendad. Liang fue perseguido durante la Revolución cultural, y murió en 1972.
POR TANIA BRANIGAN – THE GUARDIAN, ESPECIAL PARA CLARÍN
Traducción: Ofelia Castillo
Fuente: www.clarin.com
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