Los materiales sirven para ejecutar pisos resistentes, atérmicos y antideslizantes, para espacios exteriores y bordes de piletas.
Los pisos de patios, senderos y bordes de piletas suelen estar revestidos con baldosas, decks o piezas premoldeadas. Una nueva opción son los morteros cementicios que, a diferencia de los anteriores, se adaptan a cualquier tipo de diseño, sin importar el tamaño, pudiendo resolver la terminación de la superficie con paños más grandes y continuos.
Estos morteros fueron diseñados especialmente para resistir los factores climáticos y son antideslizantes. Además, por su alta reflectancia, no se recalientan y se pueden transitar sin calzado.
Uno de ellos es Spray Deck (de Recuplast), un revestimiento cementicio decorativo que permite renovar pisos ya existentes sin la necesidad de removerlos. Este producto se provee en polvo y sólo requiere el agregado de agua para su aplicación, tanto en interiores como en exteriores. Su textura lo hace antideslizante (ideal para bordes de piletas) y posee buena resistencia al desgaste.
Como terminación, se debe sellar la superficie con dos manos de protector acrílico transparente o hidrolaca poliuretánica aplicada con rodillo pelo medio o largo, dejando secar una a dos horas entre mano y mano.
Para lograr una superficie sin imperfecciones, firme, nivelada y sin marcado de juntas, se sugiere el tratamiento previo de la superficie con una o dos manos de Recuplast Base Microcemento.
En todos los casos de sustratos porosos, absorbentes o hechos con mezclas cementicias que tuvieran cal, se deberá aplicar 1 a 2 manos de Imprimación Recuplast Microcemento para asegurar una correcta adherencia.
Con las mismas propiedades antideslizantes y atérmicas que los otros morteros, Microsolarium (Tierras Nuestras) es un revestimiento de sencilla aplicación, con la diferencia de que se vende en un kit que incluye un balde listo para preparar la mezcla, el producto en polvo, endurecedor y el curador específico. El mortero se aplica sobre carpetas firmes, e incluso sobre pisos que posean baldosas, en dos capas de aplicación continua. Se presenta en dos colores, blanco y arena. Un balde de Microsolarium cuesta 738 pesos y alcanza para cubrir unos 5 m2.
Fuente: Arq. Clarin
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