Tres sistemas que permiten maximizar las bondades de la luz natural en los ambientes de trabajo.
Hoy se dispone de recursos muy eficientes para aprovechar la luz solar para iluminar espacios de trabajo, aún aquellos que no tengan ventanas. Se los denomina sistemas de recolección de luz del día y disminuyen la necesidad de la luz eléctrica. De ese modo, con una instalación compleja de sensores y controladores, se consigue entre un 35 a un 60 % de ahorro energético. Para mejorar la iluminación natural, también se puede recurrir a recursos más simples tales como los estantes de luz, una especie de alero interior que refleja la luz solar sobre el cielo raso.
Estas estrategias se adecuan especialmente a los espacios amplios con muchos puestos de trabajo. Para el arquitecto Claudio Sevita, especialista en iluminación eficiente, la correcta planificación, control y utilización de la luz natural debería ser un factor tan importante como otras decisiones proyectuales. “Contamos, en la actualidad, con la posibilidad de utilizar sensores de iluminación natural que miden la fluctuación del ingreso de luz a través de ventanas y lucarnas”, comenta Sevita. Y explica que en Argentina, el concepto de “cosecha de luz natural” (conocido como daylight harvesting ) está muy poco difundido: “Los únicos elementos que usualmente se incorporan en el ámbito profesional son las fotocélulas, los sensores de presencia y algún control sencillo de la iluminación”, enumera.
A su vez, un controlador, que puede ser un balasto dimerizable o un relay de bajo voltaje, recibe la señal del fotosensor y emite un comando hacia los controles de dimerización o llaves, ajustando la salida de luz del sistema controlado en forma inteligente.
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En los sistemas cerrados, se mide la combinación de la luz natural y artificial, y ajustan el nivel de luz de las luminarias a fin de mantener el nivel deseado de iluminación. El fotosensor lee esos cambios generando un feedback (por esto es un circuito cerrado).
“La ventaja de los sistemas abiertos es que son capaces de controlar múltiples zonas desde un solo fotosensor. Opuesto a los cerrados, que requieren que cada zona sea controlada por un fotosensor. El nivel de inversión y complejidad dependerá de cuán ambicioso sea el proyecto”, admite el especialista.
También se ha desarrollado una especie de persiana de varillas metálicas, que consta de una serie de costillas diseñadas para recolectar la luz natural en todo momento del día y estaciones del año y .
Más sofisticado, el sistema sueco Parans consiste en una luminaria con lentes ubicada en el exterior del edificio. Sigue el recorrido del sol y transmite la luz a través de fibras ópticas hasta las luminarias especiales distribuidas en locales sin aberturas.
Por: PAULA BALDO
Fuente: Arq Clarin
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