Para lograr un hormigón más rendidor

La incorporación de cenizas en la pasta cementicia colabora a lograr una mezcla de mayor calidad, más resistente, menos contaminante y más económica.

El hormigón armado está consolidado como uno de los materiales de construcción más utilizados en el mundo por su precio competitivo y su disponibilidad regional. A la vez, es uno de los más comprometidos respecto a su impacto ambiental debido a la gran cantidad de energía que se requiere para la producción del cemento. En ese sentido, desde hace algunos años se estudian nuevos procesos y combinaciones para reducir la huella ecológica del hormigón.

En ese sentido, en nuestro país se están dando los primeros pasos. “Aproximadamente un 35 % de las empresas que integran la Asociación Argentina del Hormigón Elaborado utilizan en las mezclas cenizas volantes en reemplazo de una porción de cemento”, explica Andrés A. Scarano, socio gerente de Matermix.

La empresa tiene un convenio de exclusividad con la Central Térmica San Nicolás para comercializar toda la ceniza que produce la central (unas 10 mil toneladas al mes). El desecho de la combustión del carbón, que se conoce internacionalmente como fly ash , es compatible químicamente con las pastas cementicias.

Las cenizas volantes se agregan en un 25 % en promedio a la mezcla de hormigón elaborado en reemplazo del cemento. Para el caso de un hormigón H 30, por ejemplo, la reducción de la cantidad de cemento en la mezcla representa 21,35 pesos por m3, lo que implica una economía de un 3 % aproximadamente, según análisis de Matermix.

Más allá de la reducción del costo de producción del hormigón elaborado, Scarano destaca otros beneficios que se alcanzan al adicional ceniza: “El hormigón es más fácil de trabajar y manipular, ya que puede ser mezclado en proporciones que favorecen a una mejor terminación en verano y no afectan el acabado en invierno”. Esto es posible básicamente porque el hormigón mezclado con cenizas volantes necesita menos agua. “Hay menos contracción y agrietamiento, por eso podemos decir que las cenizas crean un hormigón con una resistencia a la compresión superior en el tiempo”, apunta Scarano.

Otras ventajas que aporta la ceniza es la r educción de las eflorescencias, una mayor protección contra la carbonatación y el ataque de sulfatos, y también mejora la reactividad de álcali sílice.

En Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Australia, Portugal y Alemania, las cenizas volátiles producidas por la quema de carbón en las plantas generadoras de energía están autorizadas y homologadas por instituciones técnicas como producto no contaminante y beneficioso en la elaboración de hormigón, asfalto, membranas y ladrillos. Y se promueve su empleo por su contribución a la reducción de emisiones de CO2.

Por: PAULA BALDO
Fuente: Arq Clarin
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