Clausuraron el boliche nocturno Bardearte

La causa habría sido el ingreso excesivo de personas tanto en la planta baja como en la superior de las dependencias del local, superando la capacidad máxima permitida. Semanas atrás, varios de los vecinos de la zona habían expresado su malestar.
El pasado domingo por la madrugada inspectores municipales que se encargaban de controlar que se cumpla la reglamentación y diferentes normas de seguridad en varios locales nocturnos rojenses debieron clausurar el boliche Bardearte de avenida Tormey y Helguera. La causa habría sido el ingreso excesivo de personas tanto en la planta baja como en la superior de las dependencias del local, superando la capacidad máxima. Otras de las faltas que se habría cometido es el alto volumen de la música, la cual estaba por encima de los decibeles permitidos. Ambas situaciones, según fuentes confiables de este medio, ocurrirían con frecuencia.
Pero esta vez, no hubo excepción alguna y se procedió a la clausura del local que, seguramente, el fin de semana próximo nuevamente tenga sus puertas abiertas como si nada hubiera pasado. De todos modos esto no estaría mal, nadie está ni estaría en contra siempre y cuando sea bajo las condiciones reglamentarias de seguridad para sus visitantes.
Argentina es un país muy especial en donde se toman reales medidas una vez que el siniestro ya ocurrió, como en Cromañón, algo totalmente evitable. No hay que olvidarse de esas 194 víctimas fatales que, diez años después, se les sigue faltando el respeto a su memoria cada vez que hay mayor cantidad de gente de lo permitido en algún boliche en cualquier rincón del país o se incumple con reglamentaciones que hacen a la seguridad de las personas.
Semanas atrás, varios de los vecinos de Bardearte, mediante una reunión y carta abierta, expresaron su malestar generalizado acusando que en dicho local no se respetarían ciertas normas; lo que causaría molestias en las personas que viven en las inmediaciones. Por lo general, funciona desde las 00.00 horas hasta las 06.30 de los viernes y sábados y, en ese lapso de tiempo las personas que viven por la zona comentan que se generan ruidos molestos y otro tipo de disturbios como destrozos, roturas de vidrios, cocheras, árboles y demás.
También, según cuentan, luego de cada noche en la que el boliche abre sus puertas al público, el barrio muestra basura ocasionada por sus concurrentes, desde botellas, vasos y otras cuestiones un poco más desagradables que no vienen al caso mencionar. Los vecinos también habrían puntualizado sus quejas en que el volumen de la música dentro del establecimiento bailable estaría muy por encima de lo permitido, cosa que podrían haberse percatado los inspectores y por eso la clausura.
El malestar de las personas que viven en la zona de Tormey, Helguera, Mármol, Paso, Sarmiento, Castelli y Dorrego sería tan grande que no dudarían en solicitar el cierre definitivo del local nocturno, si es que la situación no se revierte ya qua habría delicadas cuestiones que se estarían pasando por alto.
Fuente: www.elnuevorojense.com.ar
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