Palermo tiene puesto el overol. Los cimientos son flojos y los materiales escasos pero con paciencia y dedicación, intentará como buen albañil, armar la mejor casita del barrio… o al menos no estar entre las tres peores.
Desde un primer momento sabía que el futuro sería complicado. Una vez dado el OK, debería ponerse rápidamente el overol para emparejar una construcción que venía torcida desde hacía casi dos años.
Sabía, que a pesar de que lograra enderezar los ladrillos, los cimientos eran flojos por lo que cualquier mínimo traspié podría llegar a significar un estrepitoso derrumbe.
Sabía Martín Palermo en la obra que se metía. Sabía que los 38 puntos de la temporada 2011-2012 pueden ser fatales. Sabía que los 49 que rasguñó con su aporte para la 2012-2013 son sólo buenos por el momento. Sabía que si en la 2013-2014 no coloca prolijamente cada uno de los ladrillos, Godoy Cruz deberá volver a empezar.
Con esas cartas en mano, el Titán decidió jugársela y comenzar su camino en la “albañilería”, oficio que nunca ejerció pero que aprendió de grandes maestros de obra.
Y se tiene fe, a pesar de que el mercado de pases no lo ayudó mucho. Logró retener gran parte del material con el que contaba pero los dueños de la obra, aquellos que lo contrataron para que realice el trabajo pesado, no le facilitaron lo que pidió.
El primer obstáculo con el que se encontrará en el arranque de la edificación será Argentinos Juniors. El vecino de al lado… ese que mira de reojo… que también está construyendo y que tiene la base más torcida que la del Tomba. Tiene un obrero bravo, valiente, que va al frente. Quizás no es de lo más delicado pero es obstinado cual burro. Si hablamos de números concretos, está solo un punto por debajo del Expreso. La lucha será cabeza a cabeza.
Un poco más avanzados en el trabajo están Atlético Rafaela y All Boys. La Crema está 6 puntos por sobre Godoy Cruz; el Albo 8.
Falta una eternidad para que la competencia de obras termine. El disparo inicial será el viernes, día en el que los albañiles y sus ayudantes volverán a ponerse el overol para retomar sus tareas. Serán 38 pruebas en total. El primer objetivo es llegar a la última con chances ciertas de ser el mejor del barrio… o al menos no estar entre los tres peorcitos.
Paciencia, concentración, estudio del rival, buen ojo en la elección de ladrillos, atención en el preparado de mezcla y dedicación y moral a la hora de colocarlos. ¿¡Qué puede salir mal si se tienen en cuenta estos detalles!?
Éxitos Tomba. A enderezar la pared se ha dicho.
Por Analía Doña
Fuente: Diario Uno
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