Se desplomó el galpón de una transportista tucumana

Lo habían desalojado tras el golpe de una máquina contra una viga. No hubo heridos.

A tres días del derrumbe de una medianera en Caballito, ayer se desplomó el galpón de una empresa transportista en el barrio de Pompeya. No hubo víctimas ni quedó gente atrapada, porque ya se preveía que la estructura iba a caer: el miércoles, una máquina había golpeado una de las vigas principales del depósito.

El nuevo derrumbe ocurrió en Pepirí al 1500, donde tiene su sucursal porteña Expreso Rivadavia, una empresa tucumana que presta servicios de transporte de mercaderías. “El miércoles un camión tocó la columna principal del galpón. Como veían que se iba a caer todo, lo fueron vaciando y hoy a las 15.30 se vino abajo. La explosión de la caída fue muy fuerte y se escuchó en varias cuadras a la redonda”, relató Claudio Saeta, empleado de otra empresa de transporte de la zona.

Enseguida llegaron dos ambulancias del SAME y cuatro dotaciones de Bomberos, con perros de rescate por si había personas atrapadas. Pero los empleados habían sido evacuados antes del derrumbe y no había nadie adentro. En el operativo también participó personal de la Policía Metropolitana, de Prefectura y de Defensa Civil de la Ciudad.

El galpón, que tenía 20 metros de frente por 30 de fondo, se usaba como depósito de mercadería . Un portavoz de Servicios Rivadavia que se presentó en el lugar confirmó que el miércoles una máquina tipo Clark, que son las que se usan para estibar mercadería, había golpeado la columna principal. Si bien la apuntalaron, vaciaron el galpón y desalojaron a todo el personal. “Se temía un posible derrumbe”, explicó.

Los vecinos de la zona cuestionaron que el Gobierno porteño no haya intervenido para evitar el derrumbe. “Además, hace rato que venimos denunciando a este depósito, porque toman la cuadra con los camiones y no dejan pasar a los colectivos”, se quejaron.

“Cuando nos convocan ante una emergencia intervenimos pero, por ley, el mantenimiento de la fachada es responsabilidad del propietario del edificio –explicó Alejandro Roldán, director de la Guardia de Auxilio de la Ciudad–. De hecho, la empresa llamó a un arquitecto que advirtió que la estructura podía colapsar e hizo un vallado. Finalmente, la construcción se derrumbó”. El funcionario aseguró que no había riesgo de nuevos derrumbes. “Ahora estamos retirando las partes flojas”, detalló.

El martes, en Emilio Mitre 641, cedió una medianera cuando la picaban para poner las vigas en la planta baja de un nuevo edificio. Seis obreros quedaron atrapados, pero fueron rescatados y están fuera de peligro.

Por Nora Sánchez
Fuente: www.clarin.com
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