“Es como si hubieran instalado un aeropuerto en el barrio”. La frase, formulada ayer por un vecino del barrio de El Dique, pinta a las claras el grado inusual de intensidad que alcanzaron durante las últimas horas los ruidos procedentes del polo petroquímico ensenadense.
El sonido, un rumor sordo pero persistente, acompañado por una intensa trepidación y periódicas escaladas de volumen, se percibió ayer como nunca en horas de la mañana y el mediodía en la zona de 122 y 47. Allí, cerca de la casa central de la dirección de Vialidad bonaerense, las quejas se hicieron escuchar.
“Por momentos es ensordecedor, y obliga a hablar a los gritos” precisó uno de los vecinos: “vamos a tratar de medir los decibeles, porque deben ser muchísimos, equivalentes a la turbina de un jet o una gran maquinaria”.
Gerardo Lombardi expresó que “ya pasó en otras oportunidades; esto se escucha entre dos y cuatro kilómetros a la redonda, y sabemos bien que viene de la Destilería”. “Lamentablemente no hay ninguna repartición estatal que nos preste atención ni proteja la salud de la gente” subrayó Lombardi: “hemos llamado a varios lados y siempre ‘van a averiguar’ pero no hacen nada”.
Fuente: www.eldia.com.ar
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