Hay encargos que comienzan con buena fe y terminan con agotamiento. No por lo técnico, ni siquiera por lo jurídico. Sino por lo humano. Porque hay vínculos profesionales que, en lugar de basarse en el respeto mutuo, se estructuran sobre exigencias unilaterales, cambios permanentes de criterio, y una idea errónea de que el profesional técnico es un prestador eterno.
Esta nota nace de una necesidad: la de marcar un límite. Reflexionar sobre los límites éticos que se cruzan cuando el desgaste emocional supera cualquier compensación profesional. Porque incluso el arquitecto legista más entrenado tiene un punto de saturación. Y hay encargos —como el que me tocó cerrar esta semana— que no se merecen más tiempo, más explicaciones ni más tolerancia.
Durante semanas trabajé con seriedad en un encargo técnico complejo. Relevamiento, análisis, presupuesto, informe técnico, anexos aclaratorios y respuestas a cada nuevo pedido. Lo hice con profesionalismo, porque mi nombre va en cada documento. Pero también con una carga de tensión que fue creciendo hasta volverse insostenible. La tarea estaba hecha. Cumplida. Entregada. Y sin embargo, los pedidos seguían llegando.
No se trata de no querer colaborar. Se trata de reconocer que toda relación profesional tiene un límite, un marco de respeto, un contrato implícito que no puede romperse sin consecuencias.
Hay clientes que no distinguen entre compromiso y subordinación. Estudios jurídicos que operan sobre la lógica del «siempre se puede pedir más». Pero los arquitectos que trabajamos con la ley sabemos que toda estructura tiene su tensión admisible. Y cuando se supera, hay riesgo de colapso.
Hoy cierro este caso con dignidad. Con un informe final completo y con una decisión firme: no continuaré prestando servicios para quienes confundieron colaboración con servidumbre.
La paciencia profesional no es infinita. Y cuando se agota, también es un acto de dignidad saber decir hasta acá llegamos.
Desde nuestra Consultoría Técnica y Legal en Arquitectos de Abogados, acompañamos a colegas, profesionales y particulares que necesiten informes claros, defensa técnica o asesoramiento sobre conflictos edilicios complejos. Porque saber decir basta también es parte de una práctica profesional saludable y justa.
Arq. Teodoro Rubén Potaz
Consultor Técnico y Legal
¡Reciba GRATIS nuestros boletines de Peritajes Edilicios, Arquitectura Legal y Acústica Legal por email!