En el Concejo Deliberante se tramitó una ordenanza en pocas horas. Las objeciones de la dirección de Catastro fueron ignoradas
Ya habían chocado las copas del brindis de Nochebuena. El calor solo hacía pensar que en pocos días muchos estarían emprendiendo las vacaciones. Las familias ultimaban los detalles para la cena de Año Nuevo y se preparaban para despedir un año que ya estaba ido. Era un clima que llevaba a pensar que todo lo que no se pudo concretar en 2012, perfectamente, podía esperar unas semanas más. .
Un día después de Navidad, la firma Impresora Internacional de Valores SAIC (Ivisa) solicitó al presidente del Concejo Deliberante de la capital, Ramón Cano, que convocara una sesión «para el tratamiento y expedición de una ordenanza especial que permita la aprobación de la remodelación y ampliación del hotel Savoy«. El
pedido iba firmado por Víctor Fernández, el contador apoderado de la firma.
Velocidad
La nota con el pedido de Ivisa ingresó al Concejo el 26 de diciembre. Ese mismo día la Comisión de Obras Públicas y Estética estudió el expediente, le dio dictamen favorable y lo mandó al recinto para su sanción. Sin demoras, los concejales aprobaron el proyecto para la construcción de un hotel y centro de convenciones, con 13 votos a favor y cinco en contra.
Trabas resueltas
En el expediente que la empresa adjuntó para iniciar el trámite ante el Concejo, figura la resolución de la Dirección de Catastro que lleva fecha del 21 de diciembre y está firmada por Elena Forgas, titular de ese organismo.
En ese informe se advierte sobre los errores técnicos de la documentación y los planos de obra presentados por Ivisa. Por lo tanto, se resuelve «denegar la solicitud de visación del anteproyecto de reforma y ampliación del edificio municipal». La razón principal para rechazar la habilitación de la obra es que no se ajustaba a lo que exige el Código de Planeamiento Urbano (CPU).
El desenlace
La única manera de que la dirección de Catastro y Edificación aprobara la propuesta de Ivisa era eximiendo al organismo de tener que cumplir con lo que manda el CPU. Eso es lo que hicieron los concejales el 26 de diciembre.
Con esto, hay menos riesgos de que la obra quede trunca.
Fuente: www.lagaceta.com.ar
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