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1. La raíz del problema
La mala praxis arquitectónica no siempre nace de la mala fe, sino muchas veces de la improvisación, la falta de control y la ausencia de respaldo técnico–legal. Un proyecto mal documentado, una obra sin supervisión adecuada o una decisión constructiva fuera de norma pueden convertirse en el origen de un conflicto grave. En los tribunales, estos errores se traducen en pericias adversas, juicios millonarios y pérdida de confianza en la profesión. Lo que debería ser un ejercicio de creatividad y responsabilidad, termina manchado por la falta de rigor y por la liviandad con la que algunos profesionales abordan su tarea.
2. El impacto real
Cada error de proyecto o de obra tiene un costo económico y humano. Desde la humedad que avanza en un edificio nuevo hasta el colapso de una losa, las consecuencias golpean a propietarios, consorcios y aseguradoras.
La falta de prevención abre la puerta a juicios por daños y perjuicios, reclamos por vicios ocultos y responsabilidades compartidas entre arquitectos, ingenieros y administradores. En este escenario, el arquitecto pierde autoridad y se ve arrastrado a un terreno judicial donde la palabra clave ya no es diseño, sino responsabilidad civil.
3. La irrupción de la IA
En este contexto aparece la Inteligencia Artificial como aliada. No se trata de reemplazar al profesional, sino de multiplicar su capacidad de diagnóstico y prevención.
La IA puede:
• Detectar incoherencias en proyectos y normativas.
• Ordenar documentación técnica y pericial.
• Anticipar escenarios de riesgo con base en antecedentes de fallas similares.
• Respaldar la tarea del arquitecto–legista con informes claros, rápidos y verificables.
Lo que antes dependía de la memoria y la experiencia aislada, hoy puede fortalecerse con un sistema inteligente, preciso y accesible.
4. El nuevo paradigma AdeA
Desde Arquitectos de Abogados proponemos un cambio de paradigma: el arquitecto–legista apoyado en IA. Esta figura no solo interviene cuando el daño ya está consumado, sino que actúa preventivamente, respalda decisiones y aporta solidez jurídica a cada obra.
La combinación de criterio profesional + tecnología inteligente transforma la práctica: de la mala praxis al ejercicio responsable, donde cada paso está documentado, controlado y defendido.
Ese es el compromiso que asumo como Arq. Teodoro Potaz, Arquitecto, Planificador Urbano y socio fundador de Arquitectos de Abogados, convencido de que la profesión debe transformarse para recuperar la confianza de la sociedad.
Arq. Teodoro Rubén Potaz
Arquitecto Legista