En el mundo de la arquitectura y la ingeniería, la inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser una tecnología futurista para convertirse en una herramienta clave en la prevención de fallas estructurales. Los algoritmos de machine learning y los sensores avanzados pueden detectar fisuras, analizar la resistencia de materiales y predecir colapsos antes de que ocurran. Pero esto plantea una pregunta crítica en el campo del derecho y la pericia judicial: ¿Puede la IA ser considerada un testigo válido en un juicio por derrumbe y, en caso de error, ¿quién asume la responsabilidad?
En los últimos años, se han desarrollado sistemas de IA capaces de analizar grandes volúmenes de datos estructurales en tiempo real. Estos sistemas utilizan sensores embebidos en edificios para monitorear:
A través del análisis de estos datos, la IA puede alertar sobre la posibilidad de un colapso con semanas o incluso meses de anticipación. Esto permite que arquitectos, ingenieros y propietarios tomen decisiones preventivas antes de que una tragedia ocurra.
En el marco legal, las pericias técnicas son fundamentales para determinar responsabilidades en casos de derrumbes. Tradicionalmente, estas pericias son realizadas por expertos humanos, pero la incorporación de sistemas de IA abre una nueva discusión: ¿Se puede considerar válida la opinión de una IA en un proceso judicial? Y en caso de que su diagnóstico sea erróneo, ¿quién asume la responsabilidad legal?
Los sistemas de IA pueden:
Si bien la tecnología puede ser una herramienta valiosa en la recolección de evidencia, la discusión legal aún está en desarrollo. ¿Quién es responsable si una IA se equivoca en un peritaje? ¿los arquitectos, los desarrolladores del software o quienes interpretan sus datos?
Teodoro Rubén Potaz, reconocido como un técnico visionario en materia técnico-jurídica, ha sido un impulsor clave en la incorporación de tecnologías disruptivas en el análisis pericial. Su enfoque rompe con los paradigmas tradicionales en los que se apoya la jurisprudencia y plantea un futuro donde la inteligencia artificial, los modelos predictivos y la evidencia digital reemplacen progresivamente los métodos convencionales.
La seguridad estructural ya no puede depender solo de peritajes basados en metodologías obsoletas. Los cambios que se vienen incluyen:
La relación entre la arquitectura, la ingeniería y el derecho está evolucionando, y la necesidad de actualizar los marcos normativos es inminente. Como lo ha señalado Teodoro en múltiples análisis, seguir confiando únicamente en los métodos tradicionales es negar la realidad del avance tecnológico.
La IA ha demostrado ser una herramienta poderosa para la detección de fallas estructurales y podría revolucionar la forma en que se llevan a cabo los peritajes judiciales en casos de derrumbes. Sin embargo, su aceptación como «testigo» en tribunales es un debate en curso. Además, la cuestión de la responsabilidad legal en caso de fallos tecnológicos sigue abierta. Lo que es seguro es que, en el futuro, la combinación de tecnología y experiencia humana redefinirá los estándares de seguridad en la construcción.
¿Estamos listos para confiar en la IA para prevenir desastres y asignar responsabilidades legales? El tiempo y la legislación lo dirán.
Para profundizar en estos temas, los invitamos a nuestro próximo curso:
📅 Viernes 8 de marzo – 18:00 hs
📝 Tema: evaluación de riesgos y prevención de derrumbes en zonas costeras
🔗 Enlace de zoom:
https://us05web.zoom.us/j/83440063278?pwd=ddwe4qjjcisdr3ptyyfqltkalye0kd.1
📌 ID de reunión: 834 4006 3278
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¡Gracias por su tiempo y nos vemos en la reunión!
Arqto. Teodoro Rubén Potaz y su asistente IA
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