Habilitaron una de las líneas dañadas y Edesur desconectó varios generadores auxiliares; sin embargo, persisten algunos cortes puntuales
La solución definitiva al corte de energía eléctrica que se originó el martes pasado dio ayer un nuevo paso adelante, cuando una de las líneas reparadas el viernes comenzó a eyectar energía a las dos subestaciones que habían salido de servicio. Los casi 90.000 usuarios damnificados ya habían recuperado la luz anteayer gracias a los generadores auxiliares desplegados por Edesur, pero en las últimas horas el suministro llegó a los domicilios a través del tendido de media y baja tensión. Y algunos cortes puntuales persisten.
Así, la empresa distribuidora comenzó a desconectar gran parte de los 83 equipos con los que trató de minimizar el daño causado por una tuneladora de la empresa Ibercom Multicom, al servicio de Telmex, que cortó las dos ternas de alimentación de 132 kW cada una, y que dejó sin alimentación a las subestaciones Azcuénaga y Paraná.
Aunque podría haber interrupciones del servicio debido a la nueva configuración de la red, la situación tiende a ser la ideal a medida que se avanzan en la reparación de la segunda línea, la de servicio, que también fue afectada. Si las condiciones de trabajo se mantienen como hasta ahora, el próximo jueves finalizarán las obras y ambas líneas quedarán operativas. Hasta ese día, al menos, se mantendrá el plan de contingencia y los equipos auxiliares no serán retirados por si deben ser utilizados nuevamente.
Ahora que la situación está «controlada», según indicó Edesur, queda una incógnita: ¿quién se hará cargo de resarcir las pérdidas y los daños que sufrieron los vecinos afectados por permanecer tres días sin luz? Muchos de ellos, comerciantes, tuvieron caídas en las ventas o debieron tirar mercadería, como ocurrió con los gastronómicos.
Fuentes de Edesur explicaron a LA NACION que al tratarse de un problema que fue originado por razones ajenas a la empresa aún no hay certezas de quién debe hacerse cargo de los resarcimientos. Una respuesta concreta podría surgir de la demanda por daños que Edesur inició contra Telmex, que sigue sin dar explicaciones de lo ocurrido. Pasaron cinco días y la firma continúa en silencio.
«Yo hablé con todos los entes habilitados para hacer reclamos, pero no hay solución ni tiempos previstos», dijo Mariana Raíces, dueña de un quiosco en Pueyrredón y Viamonte, que permaneció cerrado durante todos los días que se mantuvo el corte porque ni siquiera podía levantar la cortina eléctrica. «Te da la sensación de que te puede pasar cualquier cosa en cualquier momento, y no tenés a quién acudir», se lamentó.
La empresa distribuidora del servicio, por su parte, informó que el operativo de emergencia costó 100 millones de pesos por el alquiler de los 83 generadores eléctricos, los doce four packs instalados en la plaza Vicente López, el combustible y las horas extras de los operarios, entre otros gastos.
Otros daños que causó el apagón involucran a las universidades. El profesor de microbiología y parasitología de la Facultad de Medicina de la UBA, Gerardo Mirkin, lamentó la pérdida de «cultivos celulares, muestras extraídas de animales para su estudio, muestras de infecciones virales que llevaban dos o tres años de investigación y kits de reactivos para efectuar análisis que se guardaban a temperaturas bajo cero en refrigeradores».
En declaraciones a Télam Mirkin dijo que las autoridad de la facultad «demoraron dos días y medio en conectar un generador, lo que habla de desidia y negligencia».
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