Más dudas que certezas

Referentes del mercado inmobiliario recibieron con cautela el nuevo formato de certificados Cedin. Cómo impactará en el sector. Los interrogantes que genera.

El diagnóstico es crítico y el tratamiento, incierto. El blanqueo lanzado por el Gobierno fue recibido con cautela por el mercado inmobiliario. ARQ consultó a sus principales referentes y encontró más dudas que expectativas acerca de su implementación y de la forma que impactará en la actividad.

“Lo más importante es que el Gobierno admitió que el mercado está en crisis”, aseguró Armando Pepe, de la inmobiliaria homónima. “Hay mucha angustia en el sector. Estamos en un punto en el que la crisis se va a traducir en la pérdida de puestos de trabajo. Por eso, cualquier iniciativa genera mucha expectativa, pero se necesitan reglas claras para que funcione”, coincidió Miguel Altgelt, presidente de Altgelt Negocios Inmobiliarios y miembro del Tribunal de Honor de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA).

La CIA fue convocada, junto con la Cámara Argentina de la Construcción (CAC) y la Unión Industrial, a la discusión del proyecto en la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado. El debate dejó en claro algunos pedidos. “La implementación va a tener que salir acompañada de mensajes claros. Necesitamos seguridad jurídica”, aseguró Roberto Arévalo, presidente de la CIA.

La CAC apoyó la medida con más contundencia. “Va a generar un efecto dinamizador para desarrolladores privados y para la amplia cadena de valor de la industria de la construcción de todo el país”, aseguró su presidente, Gustavo Weiss, quien arriesgó un porcentaje de recuperación: “Pensamos en un crecimiento anual en niveles cercanos al 5% pero que ahora estamos proyectando incrementar en uno o dos puntos a raíz de esta medida de incentivo”.

Lo poco que trascendió del Proyecto de Exteriorización de Capitales tiene varios puntos grises. Cómo se liquidarán los Cedin es una de las dudas. El proyecto enviado al Congreso por el Ejecutivo, establece que el Banco Central emitirá los certificados contra entrega de los dólares que ingresen al mercado y que éstos podrán ser transferidos a entidades bancarias, financieras y agentes de bolsa. “Lo más acertado va a ser que se pueda escriturar en la entidad con la que opere el comprador y en el mismo acto, el que vende reciba los dólares billete”, pidió Pepe. Los operadores deslizan que en un mercado acostumbrado a moverse en dólares y efectivo, una cosa es la plata arriba de la mesa y otra, un papel para cobrar en un plazo impreciso.

Al cierre de esta edición la AFIP emitió un comunicado en el que aseguró que la exteriorización voluntaria será considerada un derecho adquirido y que “no podrá ser vulnerado por ninguna modificación normativa que pretenda avanzar de manera retroactiva y también estará protegido por el instituto del secreto fiscal”. Otra incógnita es cómo harán los desarrollistas cuando tengan que liquidar sueldos en pesos y deban cambiar los Cedin a la cotización oficial. “Se podrían hacer operaciones contado con liqui , a través de agentes de bolsa, que hoy cotiza similar al dólar paralelo”, apuntó Pepe. “El mercado de bonos es otra opción y allí el billete cotiza cerca del paralelo. La medida podría beneficiar en un 70% a los inmuebles usados y un 30% a los emprendimientos de pozo”, agregó Rodrigo Fernández Prieto, de Fernández Prieto & Asociados.

“Habrá que generar productos confiables para operar con el Cedin”, dijo Gustavo O. Martínez, de Go Real State. Para Pepe el blanqueo implica una vuelta a la dolarización: “Los Cedin son la aceptación de que el mercado no funciona masivamente en pesos”. Altgelt asegura que los certificados se comportarán como una tercera moneda.

“Si el blanqueo funciona, se harán operaciones en dólares, pesos y Cedin”. A cuánto cotizarán, dependerá de cómo se liquiden, de la confianza que generen y de cuántos dólares efectivamente se sumen al blanqueo.

POR ELENA PERALTA
Fuente: Clarin Arquitectura
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