Comenzaron los secuestros de equipos de sonido en Bella Vista

El Protocolo de Actuación contra ruidos molestos que se suscribió en la Defensoría del Pueblo entre representantes del Gobierno Provincial, Municipio, Poder Judicial y la Asociación Unidos por el Silencio fue tomado como modelo en algunas localidades del interior como Bella Vista, donde el juez de Faltas Roberto Guido ordenó la incautación de dos parlantes en un domicilio particular que funcionaba como templo evangélico por invadir la propiedad de un vecino con música a alto volumen y no acatar la intimación al cese.
La resolución de Guido marca la primera aplicación real del Protocolo en la provincia de Corrientes y sienta jurisprudencia para resolver conflictos por contaminación acústica en el resto de los municipios.
La intervención del magistrado se produjo a raíz de una denuncia efectuada por la representante de Unidos por el Silencio en Bella Vista Doris Liendro, quien desde hace dos años padecía los efectos de la baja frecuencia (perturbación, molestia, estrés, hipertensión, insomnio y nerviosismo) porque al lado de su propiedad funciona un templo (foto) en el que utilizaban guitarra eléctrica y amplificaban el sonido sacando los parlantes al exterior al momento de la alabanza.
Liendro había hablado personalmente con el dueño de la vivienda utilizada como templo explicándole la situación, pero éste se negó a disminuir la intensidad del sonido aduciendo el derecho a la libertad de culto.
Desde la Asociación Unidos por el Silencio aclararon que “utilizar un domicilio para hacer reuniones en las que se predique el evangelio no es criticable, siempre que se cuente con la habilitación legal correspondiente pero eso no da derecho, en ningún caso, a agredir acústicamente a los vecinos”.
Posteriormente recordaron que cuando las Iglesias Evangélicas cantaban himnos y coritos con piano, órgano, guitarra criolla e instrumentos de viento generaban una música suave y armónica que muchas veces atraía al vecindario pero desde que comenzaron a utilizar instrumentos de baja frecuencia (bajo, batería y guitarra eléctrica) y los potenciaron con amplificadores, han ocasionado un montón de problemas y muchísimas denuncias.
Agradecimiento
Por tal motivo, agradecieron la gestión del juez Guido, de los funcionarios municipales que hicieron su parte y del secretario del Juzgado Luis Sánchez Negrete, quién tuvo un rol protagónico en el operativo que permitió poner fin a un drama y restaurar la paz en el barrio Unido.
Luego del secuestro, otros vecinos que tenían costumbres parecidas cesaron inmediatamente y los responsables de las reuniones optaron por abonar la multa respectiva para recuperar los parlantes pero no volvieron a colocarlos en el frente de su propiedad y decidieron bajar significativamente el volumen para no molestar más a los vecinos.
“Esto demuestra que el Protocolo tiene una eficacia del ciento por ciento y es el único camino para resolver este tipo de problemas”, afirmó Jorge Echeverz, coordinador general de la Asociación Unidos por el Silencio.
Doris Liendro
Fuente: Unidos por Silencio
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