¡Si Está Por Recibir Una Propiedad Esta Nota Le Interesará!
Consulte Con Un Profesional Antes De Firmar

Todo edificio al igual que nuestro cuerpo necesita de nuestra atención a partir de su nacimiento debe ser protegido, cuidado, controlado para que no acumule enfermedades que una vez llegada la madurez se conviertan en patologías.

A lo largo de mi vida profesional he sido testigo de la manera de construir de las distintas generaciones, de acuerdo con su formación profesional, estilos, modas, tendencias; los he visto robustos, erguidos, con ornamentos, mediocres, débiles y sin medidas de seguridad. Expuestos a las inclemencias climáticas sin atender a los problemas que el agua o el fuego pudieran ocasionar y que sobrevivieron a pesar de todo.

Esta nota surge de la preocupación que me generan las consultas referidas a propiedades a estrenar repletas de defectos, ver edificios que han quedado congelados en los inicios de los movimientos de obra, a medio construir, o casi en las últimas etapas de terminaciones porque “No hay plata” para terminarlas.

Se pueden ver en distintos barrios puntales de madera, estructuras desnudas, paredes sin revocar, últimos pisos sin construir como si estuviésemos viendo nuestro cuerpo sin la piel que lo protege y me pregunto, ¿cómo se terminan esas construcciones? ¿Cómo reaccionarán esas propiedades una vez habitadas?

Las patologías que irán apareciendo disminuirán la vida útil del edificio, sumado a ello las dificultades económicas.

Entonces la vida útil de un edificio ya no será de 100 años como lo era hace años aún con las técnicas constructivas que se utilizaban en esas épocas.

Esta nota, en un contexto general es para quienes han adquirido una propiedad de pozo o a terminar o hasta a estrenar y que deben prestar atención a su entrega y al momento de la escrituración a fin de que se agregue una cláusula validando todo tipo de vicios o ampliando su plazo para reclamar.

Los vicios a que hago referencia no serán los relacionados con defectos de pintura, aberturas, terminaciones fácilmente reparables. Sino más estructurales, de adentro hacia afuera y tomando el edificio como un todo que envejecerá más rápidamente.

No es mi intención confundir al lector o alarmarlo, sino llamar la atención acerca de una consecuencia de estos tiempos económicamente inestables que impiden desarrollar algunas actividades consideradas necesarias como por ejemplo proteger las construcciones con medias sombras, por ejemplo, para evitar el deterioro de la obra en el caso en que ésta se encuentre “parada” y así evitar una lluvia de reclamos, juicios y momentos angustiantes en medio de la ya crítica situación que estamos viviendo.

Simplemente es una alerta para quienes esperan ansiosos la entrega de sus viviendas, o para quienes tienen la responsabilidad de dirigir y terminar sus obras cumpliendo con las normas constructivas según su localidad.

Es aquí donde Ud. amigo lector se preguntará ¿qué pasará en el tiempo, con el departamento que compré?  Y si el pozo donde se fundó quedo durante meses bajo el agua, ¿cómo quedan los cimientos? ¿Y los encofrados de madera y los hierros expuestos? ¿Se podrá terminar de hormigonar sin que queden secuelas una vez que se coloquen los revestimientos?

Todas estas incógnitas sólo las podremos resolver una vez que se entreguen las propiedades y comiencen a aparecer las patologías, en ese momento podremos evaluar a qué nos enfrentaremos al mudarnos.

Es por eso que mirando este panorama intento prevenirlo a lo que vendrá ya que no es lo mismo cargar todo el hormigón de una vez, que dejarlo estacionado 6 meses y poner otro fresco que requeriría un procedimiento especial para darle continuidad a los sectores fraguados retomando el proceso de construcción evitando agrietamiento y fisuración debido a las presiones interiores. Tampoco da igual que las cañerías sanitarias o eléctricas queden expuestas a factores climáticos que hacer toda la instalación de una vez; lo mismo pasaría con los revestimientos, cerámicas, pisos, etc.

Se debería poder acordar entre vendedor – comprador un nuevo período de garantía de obra con nuevos tiempos de recepción, aparición de vicios, nuevos plazos para reclamar vicios ocultos y/o redhibitorios para resguardar algo tan preciado como es nuestra casa y capital y que se depreciará más rápidamente

Nuevos problemas deben responder a nuevas soluciones no contempladas hasta ahora

Sería conveniente que si Ud. adquirió una nueva propiedad antes de su entrega o de firmar la escritura consulte con un profesional a fin de realizar una inspección de detalles y terminaciones imposibles de percibir por alguien que no sea un especialista o lego en la materia.

Nota escrita por Arqto. Legista Teodoro Ruben Potaz

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