Novedoso método de participación ciudadana en el diseño de sus viviendas

Los españoles de Lapanadería desarrollaron un sistema de casas a la carta, donde la venta por Internet juega un papel preponderante.

En Sevilla, tierra de cañas y tapas, visitamos Lapanadería, un estudio con nombre poco usual para el ambiente. Lo conducen Eva Morales y Rubén Alonso, dos jóvenes arquitectos que toman la profesión muy en serio pero no visten de negro.

Lapanadería es el “despacho” de arquitectura que crearon en 2003 junto a David Cañabate. Desde sus inicios, compartieron el espacio con un grupo de artistas y realizaron sus primeros trabajos de forma mancomunada. Combinando arte, arquitectura y diseño.

El nombre Lapanadería surgió casi por azar, el primer sitio que visitaron para alquilar era una panadería, luego tomarían otro local, pero al momento de bautizar al despacho, encontraron apropiado ese nombre. Los socios ya habían tejido una serie de relaciones entre la elaboración del pan y el de la arquitectura. Estos arquitectos creen en la arquitectura como un proceso, participativo y abierto y utilizan la metáfora del

pan para explicarlo: “ La arquitectura se debe ir amasando, poco a poco, se le debe ir agregando ingredientes para así llegar al producto terminado. La diferencia entre el pan y la arquitectura es posterior, el primero es un producto terminado, en cambio, la arquitectura no debe serlo, menos en la vivienda”.

Estos españoles tuvieron la posibilidad de llevar adelante estas inquietudes en lo que llamaron La Casa Más o Menos. Una propuesta basada en vender departamentos desde la Web, donde el precio final estaba ligado a la calidad de acabados que el potencial cliente deseara. “Es una línea de investigación basada en formular estrategias que permitan la participación del usuario en el proceso, y surge como una respuesta ante la situación de la vivienda, ligada fundamentalmente a la inversión y la especulación que plantea modelos obsoletos de ciudad y habitabilidad”, explican sus autores.

La Casa Más o Menos, es una especie de vivienda a la carta, con un menú que varía desde la Versión Menos (básica, casi sin acabados, con el piso de hormigón pulido, las losas a la vista y sin tabiques), hasta la Versión Más (con algún pavimento, cielorrasos, tabiques y artefactos). La novedad no radica sólo en la venta vía Web, sino en el hecho de incorporar al potencial cliente en el proceso de proyecto, diseño y construcción.

La primera Casa Más o Menos es Alcalá 01, emplazada en Alcalá de Guadaira. a 15 minutos en coche desde Sevilla. El terreno está entre medianeras y mide 12,50 metros de ancho por 27 de largo, con salida a dos calles. Entre cada una, existe un desnivel aproximado de 6 metros.

El edificio es una serie de prismas que se van escalonando, generando vacíos que se convierten en expansiones para las unidades. Estos patios permiten que la vivienda tenga ventilación cruzada. Por otro lado, el escalonamiento posibilita las vistas al bosque de pinos situado justo en frente, en la ladera de una baja montaña.

La propuesta rescata el concepto de casa-patio andaluz, en la que las habitaciones estaban organizadas en torno a un patio, con sombra, verde y agua.

La estructura es independiente de columnas y vigas metálicas con forjados de chapa, el cerramiento es de termoarcilla, un material que mejora el confort térmico de las viviendas, las paredes están revocadas y pintadas de blanco. Para romper la monocromía, los autores utilizaron ladrillos cerámicos, con los que crearon celosías que protegen de la luz directa del sol y dan privacidad a los departamentos. La repetición sistemática de esta solución, junto a la pureza de las líneas, le dan un carácter mediterráneo al conjunto.

En la distribución, cada departamento pone en crisis los modelos tradicionales españoles, cambian la relación entre ambientes de manera de que no existan pasillos, proponen una cocina lineal y eliminan el recibidor. “Un espacio muy útil que solo sirve para recibir una vez al año al señor del club de lectores“, bromean Marite y Pablo, una pareja joven que habita uno de los 8 departamentos de Alcalá 01 y nos invita a desayunar. Entre café y tostadas los arquitectos de Lapanadería siguen hablando de la arquitectura que les gusta, hecha con materiales populares, que la hace distinguible a la vez que dialoga con su entorno.

POR HERNÁN GASTELU
Fuente: Clarin Arquitectura
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