¿El fin de las piñas entre vecinos?

El Ministerio de Justicia bonaerense puso en funcionamiento el Programa de Componedores Vecinales, una iniciativa que busca generar una instancia de mediación para resolver los conflictos entre vecinos.
Muchas veces, una simple discusión entre vecinos de un barrio por temas menores llega a instancias judiciales. Con la sobrecarga que existe en la Justicia bonaerense, el Ministerio de Justicia provincial puso en funcionamiento una herramienta que busca terminar con estos problemas antes de tener que recurrir a trámites legales: el Programa de Componedores Vecinales.
Esta iniciativa busca generar una instancia de mediación previa para los problemas que surjan entre los habitantes de un mismo barrio, donde se podrán discutir cuestiones relacionadas con ruidos molestos, animales peligrosos, límites de propiedad y cuestiones que han sabido generar largos trámites ante la Justicia ordinaria.
Esta propuesta comenzará a ser aplicada en la capital bonaerense de La Plata, donde el intendente Pablo Bruera firmó un convenio con el ministro de Justicia provincial, Ricardo Casal, para comenzar el trabajo de forma conjunta.
Brevemente, Casal explicó de que va el proyecto: “Se trata de una herramienta de mediación comunitaria que presta el servicio de manera gratuita. Las partes en conflicto podrán solicitar al componedor que les preste asistencia en su intento por llegar a un arreglo amistoso de una controversia que se deriva de una relación vecinal, social, familiar, de convivencia, u otro tipo de circunstancia vinculada a ellas”.
Desde la cartera que conduce el funcionario no le restaron importancia al asunto: afirman que las cuestiones que se tratarán en el Programa muchas veces, sin una herramienta de mediación, terminan en la muerte de personas que por riñas u otras circunstancias tratan de resolver de forma violenta las divergencias.
Los “componedores”, es decir, los mediadores, deberán ser personas con referencia en el barrio, a la vez que no podrán tener vínculos con las partes o interés en el conflicto. Además contarán con una capacitación previa de parte de la institución para abordar el tema; tendrán que tener 25 años como mínimo y título secundario, y tener una residencia mayor a tres años en la provincia.
Las partes podrán seleccionar al “componedor” eligiéndolo de una lista existente en los centros donde se lleve a cabo el Programa, pero si existieran discrepancias entre los vecinos sobre quién debe ocupar ese rol, el centro se encargará de esa decisión.
A su vez, las comunas podrán adherir a este Programa a través de un convenio con el Gobierno municipal y el Ministerio de Justicia provincial, a la vez que deberán abrir un registro para que las organizaciones que quieran prestarse para colaborar brindando un espacio físico e institucional lo hagan.
Fuente: www.diariojudicial.com
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