Es del primer piso de un edificio recién terminado de construir en Avenida del Libertador y República Árabe Siria
Pudo ser una tragedia, pero no pasó de un susto; como una escena salida de una película, la puerta del edificio de Libertador 3162, en el barrio de Palermo, quedó literalmente bloqueada en la tarde de ayer. Parte de un balcón del primer piso se desplomó y quedó colgando. El inmueble está en la última etapa de construcción; según los vecinos, solamente viven allí el encargado y una persona que se mudó hace una semana. El milagro fue que hubo apenas un herido leve.
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Eran las 16.40 cuando Julio Carabajal, el encargado del edificio lindero, empezó a oír ruidos que asemejaban golpes. «Me acuerdo de la hora porque acababa de mirar el reloj porque no teníamos agua y tenía que avisar a qué hora volvía el servicio», recordó. El ruido se convirtió, en pocos segundos, en una explosión. «Me di vuelta y vi la polvareda de escombros«, contó.
«Yo venía caminando y, de repente alguien me avisó que parara, porque se caía el balcón», contó Dolores Castro, vecina de la misma cuadra.
Otro vecino, Jorge Castro, contó que ya habían presentado quejas ante la empresa constructora, Riva SA, «porque el balcón era desproporcionado y sobresalía demasiado con respecto a los demás«.
Desde la Dirección de Obras y Catastro del gobierno porteño confirmaron que la obra estaba debidamente registrada y habilitada. LA NACION intentó comunicarse con Riva SA, pero fue imposible.
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